El estadio Bicentenario La Granja recibió una final por la permanencia en Primera División. Con todas sus letras. Curicó Unido y Magallanes no tenían espacio para equivocarse porque no había margen para claudicar. En la antepenúltima fecha, torteros y carabeleros chocaron en un duelo fundamental, porque uno de ellos (incluso ambos) podía caer a los infiernos de la segunda categoría del fútbol chileno. Fue uno de los mejores partidos del año. La visita ganó 4-3 y el local jugará en el Ascenso en 2024.
Los dos equipos debían poner atención en lo que hacía Copiapó ante Ñublense, porque la suerte de los atacameños iba directamente relacionada con el desenlace en Curicó. El que perdiera en la Región del Maule descendía si Copiapó sumaba. De hecho, curicanos y magallánicos podían bajar en conjunto con un empate y una victoria del León de Atacama. Por lo mismo, la historia de ambos partidos estaba entrelazada.
El duelo en La Granja fue entretenido e intenso. Se notó la necesidad de los dos. El equipo que dirige Miguel Riffo llegó a estar 2-0 arriba en el primer tiempo, lo que le daba un horizonte prometedor. En los 23′, Sebastián Cabrera hizo el 1-0 con un zurdazo desde fuera del área. Luego, en los 26′, llegó el 2-0 de Diego Coelho con un cabezazo. Ese resultado mandaba al descenso a Magallanes, porque Copiapó estaba empatando en su juego.
Pero todo iba a cambiar. La Academia de Mario Salas reaccionó, teniendo en Joaquín Larrivey a su hombre más inspirado. En los 31′, el delantero argentino descontó con un cabezazo. Después, en los 37′, apareció nuevamente el Bati para empatar el marcador, aprovechando un rebote y definiendo con la portería libre. Magallanes comenzó mal pero fue mejorando a medida que pasaban los minutos.
Apenas comenzó el segundo lapso, el cuadro afincado en San Bernardo concretó la remontada. En los 47′, un testazo de Larrivey, tras centro de Yorman Zapata, puso el 3-2 para la visita. Ahora la moneda se dio vuelta y era Curicó el complicado. A eso se sumaba que Copiapó abrió la cuenta con tanto de Maxi Quinteros. Entonces, los curicanos estaban descendiendo. Pero el duelo era como un péndulo: iba de un lado a otro. Mediante un penal, el elenco local dio con la igualdad. En los 68′, Federico Castro ejecutó la pena máxima y puso el 3-3. Era un partidazo, una moneda al aire.
Curicanos y albicelestes encontraron algo de aire gracias al empate de Ñublense. A 10 minutos del final, el argentino Nicolás Zalazar puso el 1-1 en el Luis Valenzuela Hermosilla. Como ambos partidos estaban igualados, el descenso se postergaba. ¿Quedaba algo más? Perfectamente podía caer otro gol, en cualquier arco. Y sucedió en el tiempo añadido. En los 90′+3, Cristóbal Jorquera anota el gol de la victoria para Magallanes y, por ende, la sentencia para Curicó. Y pensar que los torteros jugaron Copa Libertadores a inicios de temporada.
La Academia llegó a 26 puntos, a cuatro de Copiapó, con seis por disputar. Una vida más ganó el Manojito de Claveles.