Agustín Orión: Es difícil evaluar al arquero, porque Palmeiras jugó con calma, sin ningún apuro, sin someter al golero argentino con ataques directos y en los goles no tuvo responsabilidad. Su primera intervención fue en los 11', conteniendo un tiro libre de Víctor Luis. Quizás se le puede criticar el desorden en la última línea.
Matías Zaldivia: Hace rato que el defensor tiene partidos bajos. Pasó de ser uno de los mejores zagueros de la competencia local a un jugador propenso a cometer errores totalmente evitables. Le pasó con el penal a Sebastián Sáez en el clásico ante la UC y le pasó otra vez esta noche, porque recibió tarjeta amarilla en el minuto 27 por una burda y evitable falta muy lejos del área, con el rival de espalda al arco. Torpezas que cuestan caro, más si se trata de competencias como la Libertadores porque lo dejan cazado por el resto del compromiso. Podrá empujar al equipo desde atrás, pero está fallando en situaciones en las cuales los defensas deben ser más aplicados. Aportó desorden.
Julio Barroso: Trató de ser la primera salida desde atrás, y le resultó a cuentagotas. Le costó en el juego aéreo, ante un ariete imponente como Miguel Borja. Fue reemplazado en el segundo tiempo por Iván Morales.
Juan Manuel Insaurralde: Mostró seguridad más por arriba que por abajo. Tampoco le brindó seguridad a la zaga alba, como la tónica del resto. En el complemento, como segundo central, quedó varias veces mal parado, posibilitando aproximaciones de Palmeiras.
Óscar Opazo: El lateral más activo, como sucede en cada partido, aunque no causó peligro por su banda. Con la salida de Baeza, terminó el primer tiempo como carrilero izquierdo, aunque en el complemento volvió a su posición original. En los 51' le comete falta a Dudú, que el árbitro Wilmar Roldán terminó cobrando penal. Poco en la marca y poco en ataque.
Claudio Baeza: De los tres volantes centrales, el más "mixto", porque le podía brindar una salida con el balón a Colo Colo. Para su mala fortuna, salió lesionado sobre el final del primer tiempo, situación que incluso puede afectar una eventual citación de Reinaldo Rueda para la Selección.
Carlos Carmona: Otro de los puntos bajos. Corrió bastante, e incluso se adelantó unos metros en el segundo tiempo, pero aquello no esconde su falta de claridad en el juego. Palmeiras se impuso notoriamente en el mediocampo, en parte por la baja producción de los volantes nacionales. Carmona está muy lejos del rendimiento que exhibió en el Atlanta United durante 2017. Salió de la cancha lesionado.
Esteban Pavez: Cuesta entender qué aspiraba Héctor Tapia con la entrada del ex Atlético Paranaense desde el primer minuto (por cierto, en Brasil terminó jugando de central). Perdido en la cancha, incómodo e impreciso, su aporte fue escaso tanto en la marca como en la tenencia de pelota. Poca resistencia en el 1-0 de Dudú, quien pasó fácil su marca.
Gabriel Suazo: Entró por la suspensión del discreto Damián Pérez. El punto es que Suazo tampoco fue factor por la banda izquierda, porque no tiene desborde. Por lo mismo, Colo Colo inclina sus pasadas por el lado de Opazo. Se adueñó de los balones detenidos, de las pocas opciones que generó el Cacique para acercarse al arco contrario. Luego, con el cambio a línea de cuatro, se fue al medio.
Jorge Valdivia: Destinado a ser el armador, con una labor más compleja aún por el dibujo defensivo de los colocolinos. Solo batallando contra los volantes del Verdao, tratando de generar espacio y descargar hacia los costados, para acercarse al arco de Weverton. Varias veces se le vio haciendo gestos para que sus compañeros se adelantaran. Por muchas ganas que haya demostrado, en esas condiciones, y con lo timorato del planteo albo, era como subir a una montaña.
Lucas Barrios: Partido ingrato para el argentino nacionalizado paraguayo, porque desde el principio del partido estuvo solo arriba. Pocas intervenciones y no formó fiato con Valdivia, los únicos con características netamente ofensivas que dispuso Tapia en la titularidad. Lamentablemente, tampoco el plantel del Cacique tiene opciones de ataque de sobra para acompañar al delantero, más aún con la baja de Paredes.
Felipe Campos: Entró por Baeza al filo del primer lapso, lo que trajo consigo una serie de movimientos en las posiciones de sus compañeros. Con la salida de Barroso, el planteo se reordenó y quedó como lateral izquierdo en línea de cuatro, con el perfil cambiado. Ante la necesidad de dar vuelta la llave, resulta inexplicable que el ex Palestino haya reemplazado a un mediocampista. Pero no es su culpa.
Iván Morales: Entró por Barroso, en un cambio que sonaba ofensivo. Le dio más compañía a Barrios, pero no significó que Colo Colo ganara en peso ofensivo. El joven ariete mostró ganas, no se escondió y también trató de abrir la cancha, no obstante aquello no terminó siendo factor.
César Pinares: Ingresó por Carmona, a cinco minutos para el final.