Agustín Orión: No fue tan exigido. Dio rebote en la apertura de la cuenta de la U y después tuvo una jornada tranquila. Protagonizó una pelea con Beausejour, que terminó con el lateral azul expulsado.

Felipe Campos: No defraudó. Aportó despliegue y marca por el sector derecho. En la sumatoria, le ganó el duelo a Beausejour, neutralizando sus intentos ofensivos y obligándolo a retroceder.

Matías Zaldivia: Empezó desconcentrado, enfrascado en discusiones y abusando del juego brusco. Tuvo una disputa verbal con Pinilla durante todo el partido. En el segundo tiempo creció y le dio solidez a la última línea de los de Guede.

Juan Manuel Insaurralde: Bajo partido. Abusó del pelotazo y de las infracciones. Se equivocó varias veces en la salida y cometió el primer error en la apertura de la cuenta azul. Ganó solidez durante el segundo tiempo.

Óscar Opazo: Tardó un tiempo en acostumbrarse a su rol como lateral por el sector izquierdo. Le incomodó la pierna cambiada, pero en el segundo tiempo se soltó. Pasó más y mejor al ataque y controló a Rodríguez. Fue expulsado después de un altercado con Lorenzo Reyes.

Claudio Baeza: El mejor de Colo Colo con diferencia. Claridad y eficacia al servicio del juego. No se complica nunca. Hizo jugar a todos y corrió incansablemente para ayudar en la recuperación. Fue el conductor del equipo albo a ratos. Pudo ser expulsado, eso sí, al principio del partido, por una fuerte infracción sobre Araos. Marcó el 3-1 de globito cerca del final. Pide una oportunidad en la Selección.

Carlos Carmona: Bajo partido del volante. Su oficio y experiencia son innegables, pero no es el volante que necesita Colo Colo. Tiene muchas falencias técnicas, que se notan más en un equipo que intenta controlar el juego desde la tenencia y el buen juego asociado.

Jaime Valdés: Incómodo más cerca de la banda, pero su aporte siempre es significativo. Maneja los tiempos del equipo a la perfección. Sufrió con el rigor físico del compromiso.

Jorge Valdivia: Partido intermitente del Mago. Le costó encontrar su lugar sobre la cancha. Apareció a ratos y terminó desgastado físicamente. Encontró claridad en el segundo lapso: habilitó de manera impecable a Paredes en el segundo gol y dejó solo a Baeza en el 3-1.

Octavio Rivero: Luchó y buscó, pero no tuvo suerte. Fue un mal partido del uruguayo, que tuvo problemas para superar la buena marca de Echeverría. Se movió y generó espacios, pero estuvo nublado frente al arco rival. Tuvo una jugada clara, pero desvió su remate.

Esteban Paredes: Si alguien podía devolverle en algo la tranquilidad a Colo Colo era Paredes. El delantero empató el partido cuando todo estaba cuesta arriba y luego marcó un gol que quedará en la historia para dar vuelta el resultado. Sólo el tiempo pondrá en su lugar su aporte al club albo y al fútbol chileno. De antología. Sobran las palabras.

César Pinares: Ingresó bien. Despierto y activo. Se atrevió con remates de media distancia y aportó pierna fresca cuando el partido estaba más tenso.

Gabriel Suazo: Entró para cerrar el partido y cumplió. Se paró en el fondo y alejó el peligro.

Iván Morales: Jugó los descuentos, cuando el partido estaba definido.