Rodrigo Ureña (27 años) dice que está tranquilo. Reconoce que la pandemia le ha generado más de algún contratiempo, pero se concentra en el desafío de esta noche. América de Cali, el equipo al que defiende, recibirá a Universidad Católica un enfrentamiento clave para el futuro de ambos en la Copa Libertadores. Los colombianos y los cruzados, ambos con tres puntos e idéntica diferencia de gol (-2), cierran el grupo E de la competencia continental. “Gracias a Dios, estamos bien. Yo estoy en Colombia con mi señora y mi hijo. Ha sido un poco complicado el tema de la pandemia, pero de a poquito lo vamos sobrellevando. Me ha ayudado mucho volver a jugar, porque lo necesitaba para despejar la cabeza. Volver a trabajar ha sido una gran ayuda”, dice a La Tercera.
¿Cómo ha sido volver a la cancha tras un parón tan largo?
No fue fácil estar seis meses parados, sin poder jugar partidos oficiales y solo entrenando desde casa. Yo me he ido sintiendo bien de a poco y sabemos que no podemos tener excusas. Ahora nos toca otro partido de Copa Libertadores, que son distintos y necesitan otro tipo de preparación. En Porto Alegre, nos paramos de igual a igual ante Inter, que venía de jugar 10 partidos oficiales, y jugamos con intensidad.
¿América se juega la vida ante Universidad Católica?
Sabemos que tenemos que salir a ganar, porque es esencial para nuestras aspiraciones. Es un partido clave, de seis puntos para ambos equipos: si ganas, te acercas a los de arriba; pero si pierdes te quedas relegado en la tabla.
¿Qué ha cambiado América respecto del partido disputado en Santiago?
Hemos cambiado algunas características tácticas, porque eso depende del estilo de cada técnico, pero seguimos siendo el mismo grupo, muy compenetrados, con buenos jugadores y que practicamos buen fútbol. Somos un equipo versátil. Tenemos intensidad, vamos a salir a presionar y buscar tener la posesión del balón desde el primer minuto.
¿Y qué les ha contado a sus compañeros sobre Católica?
Universidad Católica es un equipo que lo viene haciendo bien los últimos cuatro o cinco años, siempre peleando títulos en Chile. Tiene muy buenas individualidades, como es el caso de (Edson) Puch, (César) Pinares, (Fernando) Zampedri es muy peligroso arriba, Luli Aued, que juega como volante mixto y es versátil. Han estado al debe internacionalmente y vendrán a intentar recuperar los puntos que les quitamos en casa.
Hablando de posiciones, ¿cómo lleva jugar de lateral?
Todos tenemos claro que yo soy volante de marca, pero si me toca hacerlo por el bien del equipo, siempre lo voy a hacer de la mejor manera posible. En la posición que me toque, intentaré demostrar que estoy a la altura.
Una de las fortalezas de América es el apoyo de su hinchada como local, ¿cómo se han sentido al jugar sin público?
Es algo que afecta a todos los equipos de igual manera. Hay que tener la tranquilidad de saber manejar los momentos y entender que no vamos a contar con el grito de nuestra hinchada para que vayamos a buscar al rival. Hay que tener máxima concentración y salir a buscar desde el primer minuto, que es la única forma que tenemos para sacar los tres puntos.
La semana pasada les tocó viajar a Brasil, ¿cómo fueron los protocolos de bioseguridad?
Es complicado porque cambia toda la forma en la que uno se predispone para viajar. Lamentablemente, tuvimos que hacer dos escalas, nos demoramos más de 12 horas para llegar. Fue un viaje bastante cansador, llegamos un día antes. También es molesto estar con el tapabocas, todo el tiempo con la careta, sin poder tocar muchas cosas o sin tener contacto, tener que limpiarse las manos cada 15 minutos. Sabemos que es por la seguridad nuestra y de las familias, pero no deja de ser engorroso.
¿Ha sentido miedo?
No sé si sea miedo, sino más bien precaución. Obviamente, si uno hace las cosas bien, tomando los resguardos del caso, no tiene por qué haber problemas, pero sí hay tener cuidado en todo momento.
¿Cómo está su familia en Chile?
Gracias a Dios, están todos bien: mi hija, mis padres, mi abuela, pero ha sido difícil porque en algunos momentos han tenido que seguir trabajando a pesar de la pandemia. Mi madre trabaja medio tiempo, pero mi viejo sí trabaja a tiempo completo. Somos de un estrato humilde y les ha tocado salir, extremando los cuidados. Espero poder viajar a fin de año a Chile para estar con ellos.
Volviendo al fútbol, Reinaldo Rueda quiso contar con usted cuando dirigía a Atlético Nacional entre 2015 y 2016, ¿le ilusiona pensar en que pueda convocarlo a la Roja?
Es un tema que tomo con mucha responsabilidad. No me gusta decir si tengo que estar o no. Soy un jugador que viene haciendo las cosas bien, con regularidad. Mi rendimiento ha sido bueno y esa es la mejor carta. Yo soy de trabajo silencioso, no suelo hablar mucho, y solo espero con ilusión si alguna vez se me da la nominación.