Diego Maradona falleció en 2020, mientras que Roberto Gómez Bolaños en 2014. Ambos son dos de los rostros más populares en la historia de Latinoamérica; el argentino lo consiguió a través del fútbol y sus innumerables hazañas, mientras que el actor lo logró gracias a la comedia y los inolvidables personajes, como el Chapulín Colorado o el Chavo del Ocho.
Entre los gustos del Pelusa que se han hecho públicos, era sabida su devoción hacia la vecindad del Chavo, al igual que su desprecio hacia Los Simpson: “¡Odio a Los Simpson, los odio, los odio! ¡No los puedo ver! ¡No los puedo ver!”, declaró en 2016.
Sin embargo, a pesar de su fama, Maradona recién pudo conocer a Chespirito una vez que se retiró del fútbol, cuando era conductor del programa de televisión argentino ‘La Noche del 10′. El encuentro ocurrió hace aproximadamente dos décadas y dejó postales inolvidables.
“Usted es mi ídolo”
La primera vez que se cruzaron fue previo al show, en los vestidores del programa. Ahí, el diez y su familia completa le expresaron admiración al mexicano: “Nosotros le queremos apagar el televisor en realidad, porque cuando lo mira a usted, no habla con nadie, no hace nada, solo mira al Chavo, entonces decimos: ¡Basta del Chavo! Y él llora de la risa”, dijo en un registro Claudia Villafañe, exesposa del mediocampista, quien, mientras tanto, no dejó de apretar con un abrazo al comediante.
Por su parte, Roberto Gómez Bolaños devolvió los elogios: “Los mejores somos bajos, ¿verdad”. Luego, visiblemente emocionado, fue el propio Diego quien habló: “Gracias por venir, maestro. Usted es mi ídolo”.
“Quiero seguir luchando para estar cada día mejor”
Ya con el programa al aire, el argentino y el mexicano continuaron los mutuas alabanzas: “Usted es mi ídolo de verdad, maestro”, dijo el Pelusa. A lo que Chespirito respondió: “Y el mío es Maradona, nunca gocé tanto los partidos de fútbol, que me encantan, como cuando veía a Maradona pegado al pasto y al balón”.
El diálogo entre ambas estrellas duró poco más de 16 minutos, periodo en el que se intercambiaron presentes: Diego le regaló una camiseta firmada, mientras que Bolaños le obsequió un libro, también firmado.
Sobre el final de la conversación, Maradona, quien años anteriores había pasado difíciles momentos personales producto de sus adicciones, hizo una confesión que emocionó a todos en el set de televisión: “A mí usted me llena el alma, yo viendo el Chavo me siento más libre, quiero más a mis hijas, me río y ,por sobre todas las cosas, quiero seguir luchando para estar cada día mejor”.
Ante el aplauso del público, el comediante expresó que “todo eso es un elogio que no sé ni siquiera cómo agradecer”. Posteriormente, lo despidieron bajo el grito de “olée, olé olé olé, Chavoo, Chavoo”.
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