El locuaz Jorge Valdivia analiza la actualidad de Colo Colo. Lo hace en su estilo. Asumiendo con autocrítica el mal momento futbolístico del equipo, pero también con ganas de precisar, al menos desde sus perspectiva, las informaciones que han circulado en torno a la convivencia interna de los albos. Sobre todo en lo que respecta a la relación de los referentes con Mario Salas, marcada por la salida de Agustín Orión y por la presencia de un grupo en la conferencia en la que el arquero transandino anunció su salida del club. También presiona para que el equipo albo se refuerce. No vacila al decir que es necesario.

Valdivia habla de todo. También individualiza a algunos periodistas y los enfrenta por informaciones que considera erradas. Tiene ganas de hablar. Y lo hace. Primero para afrontar los malos resultados recientes. "Más allá de argumentar lo que pasó con Everton y Curicó, tenemos que buscarle la vuelta, esa solución que nos permita ganar los partidos", sostiene.

También habla de su reinserción al equipo albo. "Si estoy para jugar o no, no lo sabemos hasta que me toque jugar. Uno entrena pensando en poder jugar, eso es lo primero. Ustedes saben que hay un entrenador que decide quien entra y quien no, cuantos minutos juegan. Yo trato de estar bien en todos los sentidos y solo jugando te vas a dar cuenta de si se puede jugar más o ciertos minutos. Los que estamos un tiempo sin jugar necesitamos jugar, entonces lo ideal sería comenzar a acumular minutos rápido para ser un aporte. Eso es lo que uno busca. Ser un aporte y tener soluciones que por ahí no la viene teniendo. Espero jugar. Cuanto, no sé. Pero uno tiene que jugar", dice.

El Mago afronta su futuro con naturalidad. "En lo de la renovación, no es un tema del que esté tan pendiente. Va a ser una decisión de Colo Colo. Si me quedo, bien. Y si no, estaré agradecido de Colo Colo. No dramatizo tanto el tema de la renovación. Si me quedo, bien, feliz. Si no, no voy a dramatizar tanto", sostiene. Eso sí, precisa que aún no hay intentos por extender la relación. "Nadie se ha acercado a mí", afirma.

Incluso dice que entiende la política de rejuvenecimiento del plantel que pretende establecer Blanco y Negro. "Está bien. Si el club tiene esa política y piensa que con eso van a salir jugadores que van a ganar campeonatos, bienvenido sea. Tampoco dramatizo tanto lo que el club está buscando. Si eso significa títulos para Colo Colo, alegrías para el hincha, está bien", insiste.

Para esos mismos jóvenes, pide paciencia. "Todo toma un tiempo. Lleva tiempo que ese jugador joven se adapte, asuma las consecuencias y la presión que significa jugar en Colo Colo. Eso lo va dar el tiempo. Es un proceso, lleva tiempo. Algunos lo asimilan mucho más rápido, como el Gabi (Suazo), que le pasaron la camiseta y rinde donde sea. Colo Colo tiene muy buenos jugadores jóvenes, que le van a dar alegría a la gente. Si no están dando resultados ahora, no soy yo quien tenga que buscarle la vuelta. Ahora, si entra Paredes, Valdés o yo, uno tiene que hacer su trabajo", añade.

En lo que se toma más tiempo es en aclarar la relación con Mario Salas. Parte, por ejemplo, estableciendo la vigencia de los más avezados del equipo albo. "Los que están en radio o televisión tienen muchas hipótesis, generan muchas dudas. Se hablaba, cuando Mario llegó, de que los grandes íbamos a tener pocas chances de jugar y hoy los que nos daban por muertos están diciendo que la juventud no funciona. En la última Copa América, el mejor jugador fue Dani Alves y Dani Alves es mayor que yo", dice. Pide respeto y niega que en el Monumental existan privilegios. "Hay que tener mayor consideración y respeto con la carrera que hemos hecho. No es fácil estar 11, 12 o 15 años afuera. Carmona estuvo 12 años en Italia, el Pájaro lo mismo, yo que estuve afuera también. Siento que no se debe no criticar, pero sí tener un poco más de consideración y de respeto y no ser tan suelto de boca. Todos los que estamos acá tenemos las mismas ganas. Y no tenemos privilegios. Me encantaría saber qué privilegios tuve y ahora no tengo. Me encantaría que me los dijeran. Dense el tiempo de investigar. Muchos no lo hacen", desafía.

También intenta esclarecer la relación con el Comandante. "No existe una mala onda con Mario Salas. Acá no se trata de una rivalidad con Mario Salas. Nosotros tenemos una finalidad, que es Colo Colo. Empezaron las especulaciones con lo de Orión. Para nosotros, Orión es un amigo. No se trata de que si uno le da la mano al entrenador o no... Acá no hay bandos que jueguen por Mario Salas o no. Nosotros jugamos por Colo Colo. Somos funcionarios de Colo Colo. Yo les pido que cuando quieran hablar de cosas concretas, pueden llegar acá y preguntar y no generar dudas hacia afuera, hacia el hincha. Nosotros nos vamos a matar por Colo Colo, no por Juanito... Por el entrenador que esté. Porque eso nos valoriza", explica. "Era algo que tenía atravesado", añade, a modo de desahogo.

"No hay conflictos. Son opiniones distintas, nada más. No es malo que exista ruido. Es parte de esta profesión. Pizzi me dejó afuera de la Copa Centenario y me llamó para los últimos partidos ¿y viste cómo entré? Siempre lo he dicho. Acá no hay una relación de enemigos. ¿Cuál es la mala relación con Mario Salas? Si todos nos entregamos para jugar. Cuando hay malos resultados, es mala la relación. ¿Y cuando son buenos?", pregunta.

Después, presiona a la dirigencia para que fortalezca al plantel y habla de la opción de darle alcance a la UC. "Creo que debimos reforzarnos. Parto por eso. Se fue Esteban (Pavez), se fue Agustín (Orión), se libera un cupo de extranjero. Ahora lo de Carlos (Carmona). Siento que debimos reforzarnos. Si tenemos o no condiciones para alcanzar a Católica, sólo depende de nosotros, de ganar partidos. La única manera es concentrarnos en nosotros. Estamos conscientes de la distancia que tenemos. Hay jugadores de mucha experiencia, que muchas veces no te alcanza. Pero estamos conscientes de que estamos al debe. Tenemos que trabajar, corregir errores. Subir individualmente y colectivamente el nivel. Eso es lo primero. Y después empezar a hinchar para que Católica enrede puntos. Pero parto por Colo Colo. Cada uno debe tomar conciencia de lo que está haciendo bien o mal. No existe jugador que te diga que no tenga ambición de alcanzar a Católica", afirma.

Valdivia no teme en definir como un fracaso la eventualidad de una temporada sin títulos, más allá del proyecto directivo de rejuvenecer al plantel. "Sí, obvio. Me imagino que el proyecto es a dos o tres años. Quedaste eliminado de la Sudamericana, responsabilidad nuestra, no eres campeón de la Copa Chile, responsabilidad nuestra. Y si no eres campeón, es un fracaso, considerando la magnitud de esta institución. Viendo a los jugadores que tiene este plantel, tiene mucha calidad. Va a llevar un tiempo que se adapten, que no van a tener los mismos espacios que tenían en Quilín. Los que están en el plantel tienen esas condiciones. Solo falta confianza. En eso se basa nuestra profesión. Repito: si no somos campeones de algo este año, no sé que palabra ocupar para definir. Va a ser un año malo", establece.

También refuerza el compromiso que deben asumir los jóvenes. "Siento que los jóvenes necesitan de ellos mismos. Tienen que tomar conciencia de la posición en la que están. Si nosotros podemos ayudarlos en algo, estamos dispuestos a conversar. Eso sí pasa acá en Colo Colo, porque son el futuro de Colo Colo y son ellos los que van a darle alegría a la gente. Tienen muchas esperanzas en ellos. En Morales, Suazo, Alarcón. Parte de ellos mismos, de lo que puedan entregar, darle a Colo Colo, en este caso a Mario Salas. Después, de la mano nosotros, con algo que podamos darle dentro de la cancha y fuera también", expresa.

El Mago intenta precisar la relación interna en el plantel albo. "Todos los momentos sirven. Cuando estai con tus hijos, con tu familia, todos... Todos son momentos distintos, diferentes. Que hagamos un asado ahora no significa que ahora el equipo está bien. Acá siempre hemos hecho cosas que acercan más al grupo. Todos los momentos son válidos, pero no va a ser el asado el que haga que ganemos en la cancha. Va a ser que recibamos el mensaje, que corramos más... No significa que ahora son amigos, que se llevan con Mario Salas. No hay que limar nada. Acá todos tienen voz. Acá no hay cabrones, sino respeto a la jerarquía, que es muy distinto a ser cabrón. Eso preguntenselo a los juveniles, a los cancheros. Acá, cabrones no hay", procura establecer.

Lo que sí evita es evaluar a Mario Salas, aunque fija como parámetro obtener títulos. "Siento que las evaluaciones a los entrenadores no deben ser de los jugadores. En las instituciones, las evaluaciones de quien está a cargo de un grupo de jugadores que necesitan ser campeones. El parámetro es ese. Fuiste campeón, sirves; no fuiste campeón, no sirves. Lo dije con Guede. Mario fue campeón en Católica, en Perú y tal vez lleva un tiempo encontrarle la vuelta a ser entrenador en Colo Colo. Mouche lo dijo, que los equipos vienen a encerrarse. Nosotros tenemos que darle la vuelta. Los entrenadores son evaluados por lo que ganaron y si no ganamos este año, no van a ser buenas las críticas. Y para nosotros tampoco. El ha dicho lo que quiere. No soy el indicado para evaluar. Sí te puedo decir que tiene una idea, un objetivo claro. Esperemos que a fin de año sean el nuestro, que es ser campeón", apunta.

Después, profundiza respecto de su continuidad en el club. "Ni Salas ni nadie del club se ha acercado. Me quedan cuatro meses para convencer al club de que si me quedo, puedo ser un aporte. Y si no, cerraré la puerta feliz y agradecido de lo que este club me dio. Soy un agradecido del club y de Aníbal (Mosa) y dejó en las manos del entrenador y del club si consideran que puedo renovar. No puedo ponerle la pistola en la cabeza a nadie. No va conmigo ser así. Cuando llegué dije que quería ser campeón, fuimos campeones, fui parte de ese grupo que clasificó a cuartos de final en la Libertadores. He sido feliz y si me quedo, sería más feliz y tendría más objetivos. Pero no significa que me vaya a retirar", continúa.