En 7 de febrero de 2020, en el Tribunal Laboral de Santiago, Jorge Valdivia le dio su primer golpe a Colo Colo. El exvolante del Cacique, quien a esa altura había dejado el Monumental para defender a Morelia, demandó a Blanco y Negro por $356.348.000 acusando incumplimiento de las prestaciones laborales durante su penúltima estadía en el Monumental, entre las temporadas 2017 a 2019. En el libelo, el futbolista exigía la recaudación de dos amistosos que no se realizaron y premios por objetivos alcanzados que no fueron cancelados, según decía el escrito presentado por los abogados del Mago.
Lo cierto es que desde esa fecha hasta hoy se fueron ejecutando una serie de diligencias que enfrentaron a ambas partes. Más allá que el Mago retornara al Cacique a fines de 2020, con demanda contra el club incluida, el juicio nunca dejó de avanzar. Incluso, con cara a cara incluido, que obligó al futbolista a dar su versión en una audiencia, en enero del 2021. También su representante, Mauricio Valenzuela y hasta Aníbal Mosa, expresidente del Cacique, debieron desfilar frente a la justicia.
La primera resolución del Tribunal del Trabajo desestimó la demanda de Valdivia por falta de argumentos. Y frente a tal escenario, el Mago decidió presentar un recurso de nulidad en la Corte de Apelaciones de Santiago. No había quedado conforme: “Solicito darle tramitación legal y elevarlo a la Corte de Apelaciones, para que, en definitiva, dicho tribunal conociendo del presente recurso, lo acoja en todas sus partes, anulando la sentencia impugnada, dictando en consecuencia la correspondiente sentencia de reemplazo, que acoja la demanda en todas sus partes”, decía el escrito presentando por la defensa de Valdivia. El recurso fue declarado admisible y los alegatos continuaron adelante.
Casi 10 meses después, la Corte de Apelaciones de Santiago se pronunció. Y dio el último portazo a Valdivia, a quien le volvieron a rechazar los argumentos presentados por su abogada Ángeles Fernández, la misma jurista que había defendido a Azul Azul, en el juicio en el que la concesionaria perdió contra Ángelo Araos.
“La juez de base concluye que los elementos de prueba acompañados no permiten sustentar la tesis de la parte demandante, en términos que la decisión desestimatoria de la demanda se basa en la falta de acreditación de elementos que permitan determinar los conceptos que pretendían ser reclamados por el trabajador con ocasión del término de su relación laboral, lo que desde ya impide que la casual esgrimida en este acápite pueda prosperar”, dice el escrito al que tuvo acceso La Tercera.
“Por las razones anteriores, más lo dispuesto en los artículos 456, 479, 481 y 482 del Código del Trabajo, se rechaza el recurso de nulidad deducido por la demandante, contra la sentencia de uno de febrero de dos mil veintiuno, dictada por el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, en la causa RIT N° O-936-2020, sentencia que, en consecuencia, no es nula”, agrega.
En Colo Colo celebraron la resolución. “Contento que la Corte ratificara la sentencia de primera instancia acogiendo la excepción de finiquito en virtud de los argumento que presentamos como defensa de Colo Colo”, dice Jorge Carrasco, abogado de Blanco y Negro.
Gabriel Halpern, el otro jurista que participó del proceso, explica el procedimiento. “El demandante había solicitado la anulación de la sentencia que rechazó su demanda. La Corte de Apelaciones rechazó esa solicitud y por lo tanto ratificó que la sentencia dictada en primera instancia se apega al derecho y es válida. La tarea de la Corte de Apelaciones fue corroborar que la sentencia estaba en la línea correcta de acuerdo al derecho y que no existía mérito para modificarlo”, comienza diciendo.
“Con esta sentencia queda establecida que las partes del contrato de trabajo estaban de acuerdo al momento del término en que no existía ningún asunto pendiente entre ellas. Eso significa, que el club realizó todo lo que correspondía hacer y no existía ninguna deuda pendiente”, dice el abogado.
La resolución le entrega a Valdivia un plazo de 15 días hábiles para solicitar una unificación a la Corte Suprema. Sin embargo, según explican diferentes abogados, la posibilidad de éxito es aún más remota porque los requisitos de admisibilidad son muy exigentes.
“La última herramienta común que le queda al demandante es solicitar a la Corte Suprema que anule todo el juicio a través de un recurso de unificación de jurispridencia. Para la admisibilidad de este recurso se requiere demostrar a la Corte Suprema en un caso idéntico a este se actuó de diferente forma en base al derecho. Y como se lee en la descripción, es difícil que se declare admisible”, cierra Halpern.