Valentina Carvallo: "Me pregunté por qué el deporte me daba la espalda"
Han pasado muchas ideas por la cabeza de la deportista desde que debió bajarse de Río por una lesión. Incluso dejar el triatlón. Pero la más importante fue la llegada de su hijo, Lucas, quien hoy es su motor anímico.
Valentina Carvallo (32 años) apenas aguantó dos meses de para tras el nacimiento de su primogénito, Lucas, y se lanzó a entrenar. La espina que dejó la lesión que la obligó a despedirse de su camino a Río 2016 aún clavaba, por la mejor forma de quitársela fue seguir preparándose. Y ahora es todo distinto. Lejos de complicarse, su maternidad la ha llenado de energías y motivación para exigirse y plantearse un próximo ciclo olímpico, del que incluso llegó a pensar que desertaría. En la terraza de su hogar, la triatleta cuenta cómo ha sido todo este proceso.
¿Cómo va su nueva vida, ahora como mamá y además triatleta?
Para mí ha sido un año increíble, lleno de puras alegrías. Siento que ahora tengo una motivación especial por lo que hago. La verdad es que Luquitas llegó a llenarme el corazón y hoy todo lo que hago lo hago pensando en él. Estoy feliz.
¿Le costó mucho retomar el estado físico perdido por su maternidad?
Todas las deportistas que han sido mamás saben lo que cuesta el retorno. Yo volví cuando él tenía dos meses y eso, obviamente, me costó. Mientras estuve en lactancia me costaba mucho recuperarme, pero después de eso, cuando ya la dejé, mi cuerpo volvió a ser el mismo y eso ha sido increíble, porque en estos dos meses que han pasado de eso he visto un gran avance, logrando cada día sentirme mejor. Es rico cuando uno nota eso.
Según las estadísticas, la participación femenina en el triatlón es muy baja. ¿Qué cree que le complica a su género para no practicar tanto este deporte?
Si bien hoy día se ven muchas triatletas en las calles haciendo deporte, creo que aún las mujeres le tienen un poco de temor y respeto a la carrera. El Ironman 70.3 de Pucón no es una carrera fácil, pero en realidad todo está en la cabeza y si alguna se lo propone lo va a lograr. Quizás a muchas mujeres les cuesta mucho, porque deben renunciar a tiempo con sus hijos, con la familia. Los hombres en ese sentido son más desprendidos. Pero es cosa de que se lo propongan y se atrevan, nada más. Todas lo pueden lograr.
¿Cree que la participación femenina aumentará en los próximos años?
Sí, de todas maneras. No sé cómo fue en años anteriores, pero esto va aumentando de a poquito en realidad. Ojalá que dentro de los próximos años sean muchas más las mujeres en el punto de partida. No sé cómo será en las otras carreras, pero sí se puede ver que en carreras de running o mountain bike la presencia de mujeres ha aumentado considerablemente, hay incluso carreras dedicadas sólo a las mujeres. Quizás en algún momento esto partió como una moda, pero ya con el tiempo ha pasado a ser un estilo de vida de muchas. Si bien la vida de una mujer triatletas es muy difícil, por el tiempo que se necesita, creo que en realidad no hay que tener miedo, sino más bien disciplinarse y ordenar los tiempos.
Tras el retorno, su primera competencia por Chile fue en los Juegos Bolivarianos. ¿Quedó conforme?
Antes fui a un par de Copas del Mundo, donde no me fue muy bien, pero era de esperar. En los Juegos Bolivarianos sí me fue bien, porque logré tres medallas: un bronce individual, otro en equipo y una plata en la general de equipos. Quedé muy contenta con ese resultado.
¿Ya prepara Tokio?
Sí, me lo propuse desde que tuve la lesión previa a los Juegos de Río. Tuve dos meses de transición viviendo el duelo de esa lesión y pensando en qué iba a ser de mí, a qué deporte me iba a dedicar. Fue ahí donde me levanté y dije que iba hacia adelante y me la iba a jugar con todo para poder estar presente en Tokio, y aquí estoy, entrenando durísimo para eso.
¿Tras la lesión previa a Río se debatió si continuar o no en el triatlón?
Sí. Es que uno cuando tiene una frustración grande se le pasan todas las ideas por la cabeza. Obviamente son momentos difíciles, en los que te preguntas por qué el deporte te ha dado la espalda, te ha traicionado. Pero en realidad, eso es lo más lindo: pararse y decir "acá estoy".
La carrera de Pucón es muy distinta a la modalidad olímpica, pero igual todos los chilenos la corren. ¿Por qué?
Es una carrera que está fuera del calendario de los que estamos haciendo el ciclo olímpico. Pucón nos mueve un poco nuestro período base de entrenamientos, pero en realidad, ésta carrera es una de las más importantes del año y una de las que a mí más me gusta correr por lo que te entrega la gente en las calles y la energía del lugar. Para los deportistas chilenos, así como el Maratón de Santiago, Pucón también es uno de los eventos deportivos más importante.
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