El juicio por la muerte de Diego Maradona parte con alta tensión. El 25 de noviembre de 2020, el mundo se detuvo. En esa jornada falleció quien para muchos fue el mejor futbolista de todos los tiempos. Los homenajes se sucedieron por todo el planeta. Cuando el impacto se atenuó, el foco se trasladó: había que explicarse el controvertido final del exfutbolista argentino, poco después de cumplir los 60 años.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, en Buenos Aires, está abocado a encontrar esas respuestas. En esta jornada, en sus dependencias están sentados acusadores y acusados. Entre los primeros figuran las hijas del astro, Dalma, Giannina y Jana, además de Verónica Ojeda, una de sus exmujeres y madre de su hijo menor, Diego Fernando. Entre los segundos, los excolaboradores del Pelusa, quienes lo custodiaron en la última parte de su existencia y sobre quienes pesa la sospecha de actuaciones dolosas que pudieron contribuir decisivamente al dramático final.

“Vamos a escuchar cosas que van a estremecer”: parte el juicio por la muerte de Diego Maradona

Vamos a escuchar cosas que van a estremecer hasta al propio tribunal”, declaró Fernando Burlando, el abogado que representa a la sucesión de Maradona en la antesala de la comparecencia. “Lo que hicieron fue un asesinato”, sentenció, en declaraciones a radio Mitre.

Siete profesionales de la salud de un total de ocho están imputados por su responsabilidad en la muerte del campeón de mundo en 1986, en la propiedad que ocupaba en San Andrés de Tigre. Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach serán los encargados de dirimir sus eventuales participaciones y sanciones.

Maradona, como técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata (Foto: AP)

El neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, Nancy Edith Forlini, representante de la empresa de salud encargada de prestarle servicios, el enfermero Ricardo Omar Almirón, su jefe Mariano Perroni; y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna figuran entre los acusados por “homicidio con dolo eventual”. El delito contempla penas de entre ocho y 25 años de prisión. Los fiscales consideran que los imputados habrían actuado con conocimiento de las posibles consecuencias fatales de sus acciones u omisiones, pero no tomaron las medidas necesarias para evitarlas.

El cruce

La antesala de la sesión estuvo marcada por el intenso cruce entre Ojeda y Cosachov. “Perra malparida”, le gritó la exmujer del Diez a la profesional, generando una situación en la que tuvieron que intervenir empleados del tribunal y la policía para calmar los ánimos. Ojeda se presentó con una polera que consigna la leyenda #JusticiaPorDiego, la misma consigna que las cuentas oficiales de Maradona, que administran sus hijos, han difundido en los últimos meses.

En sus primeras intervenciones, el fiscal Patricio Ferrari enfatizó en las consideraciones que lo llevan a imputar la participación dolosa de los acusados. “Hoy podemos decir que fue calamitosa”, aseguró, respecto de la actuación profesional de los acusados, de quienes se refirió como “grupo de improvisados”.

Fue una internación domiciliaria temeraria, deficiente, sin precedentes. Ningún tipo de control existió durante ese período que terminó con la vida de Maradona”, continuó el pesecutor.

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