Betis sufrió, pero pasó la prueba. El cuadro sevillano logró en su casa un postrero empate 1-1 ante el enconado Rayo Vallecano y logró avanzar a la final de la Copa del Rey, con el chileno Claudio Bravo en el arco.
Porque el cuadro del Ingeniero administró con sapiencia y mucha calma su ventaja. El elenco capitalino, necesitado de un resultado para avanzar a la final, tomó la iniciativa con más ímpetu que fútbol.
Pero fue el local el que tuvo la ocasión más clara en el comienzo, cuando el cabezazo de Juanmi fue tapado apenas por el meta Luca Zidane, hijo del ex entrenador y volante de Real Madrid.
Al menos en el primer tiempo, el elenco sevillano no pasó mayores apreturas. El equilibrio entre William Carvalho y Guido Rodríguez, en la mitad del campo, permitió al cuadro verdiblanco conservar la ventaja que logró en el duelo de ida.
Y en el arco bético, un par de puñetazos y algún córner al centro del área chica, fueron los máximos problemas del meta chileno Claudio Bravo, confirmado por Pellegrini en la antesala del duelo.
A los 36 minutos, una incursión del lateral izquierdo Alex Moreno casi termina en gol para el elenco Albiverde, que si bien no arriesgó tanto, tampoco pasó mayores zozobras.
Sufrir hasta el final
En el tiempo complementario, la tónica fue la misma. Rayo adelantó un poco más sus líneas, especialmente por las bandas, su recurso favorito. Pero el elenco local se dobló, mas no se quebró, frente a la insistencia de un equipo madrileño con pocas ideas.
Aunque ese mismo adelantamiento significó más espacios para el contragolpe de la escuadra andaluza. Así ocurrió a los 73 minutos, tras un remate de Nabil Fekir al cuerpo de Zidane.
Pero la ventaja de un tanto era exigua. Y de tanto insistir en los tiros libres, el elenco capitalino encontró premio a esa persistencia. A diez del final, el portugués Bebe terminó de manera perfecta un lanzamiento directo que se coló en el palo izquierdo del chileno Bravo.
Un tanto que obligaba a un alargue de 30 minutos. Mal negocio para el cuadro del Ingeniero que ha tenido un apretado calendario, vivo en tres competiciones.
Entonces, el cuadro bético tuvo que arriesgar un poco más. En la jugada siguiente, Fekir volvió a enfrentar a Zidane, pero el potente remate del bético rompió la resistencia de las manos del meta y Balliu la sacó en la línea.
Pero el DT chileno volvió a intentar con la dupla revulsiva que ha tenido en momentos clave. El ingreso de Borja Iglesias y el veterano Joaquín le dio más volumen ofensivo. En el segundo minuto de descuento, un pase filtrado del extremo de 40 años intentó un preciso pase filtrado para que Sergio Canales rematara sobre el meta, pelota que Iglesias terminó de empujar al arco.
Una final inédita en la larga historia de la Copa del Rey. Betis se medirá ante el Valencia, que eliminó a Athletic de Bilbao en la otra semifinal, partido que se jugará el 23 de abril en el estadio de La Cartuja, en Sevilla.
De paso, el entrenador chileno irá por su séptimo título fuera de Chile. Ganó la liga en Ecuador con Liga de Quito, dos en Argentina con San Lorenzo y River Plate, además de la Premier League de Inglaterra que logró al mando de Manchester City. Misma institución con la que obtuvo dos coronas en la Copa de la Liga, tercer torneo en importancia para los ingleses. Asimismo, levantó la desaparecida Copa Mercosur con el San Lorenzo transandino.
Bravo, dueño de 15 títulos fuera de Chile, irá por su tercera Copa del Rey, tras ganar dos versiones con el Barcelona.