El VAR fue la gran incorporación para la versión de la Copa Libertadores que terminó con la consagración de River Plate en Madrid. La implementación del videoarbitraje pretendía aumentar la justicia deportiva. Sin embargo, en la final entre los Millonarios y Boca Juniors el sistema estrella de la edición del torneo continental pareció brillar por su ausencia.
No quedó claro, por ejemplo, por qué el juez Andrés Cunha no recurrió a la pantalla al menos para revisar el pisotón del xeneize Pablo Pérez sobre el riverplatens Enzo Pérez, en los 41'. Tampoco por qué no se acercó a su monitor en los 55', cuando el arquero de Boca, Esteban Andrada, protagoniza un choque con Lucas Pratto, quien ya le había levantado la pelota. Cunha, después de llevarse la mano al oído, seguramente para escuchar a sus colegas que estaban en la cabina, resolvió sancionar falta del atacante.
"Pasaron varias situaciones coladas respecto de la información del VAR, que se dieron vía auricular. Se está buscando una mejor fórmula para dar fluidez. Va en buen camino. La opinión de los jueces VAR influye positivamente, buscando la justicia, sin afectar la fluidez del juego. Es bastante cuestionable si hubo penal. Esa decisión cambiaba el partido. El fútbol es de roce. Vienen con potencia, intensidad. Cunha estuvo a la altura", opina el ex árbitro internacional Rubén Selman.
El exjuez y actual panelista de El Deportivo también aprueba la decisión de Cunha en los 80', cuando sancionó como jugada peligrosa una entrada de Javier Pinola sobre Nahitan Nandez y cobró tiro libre indirecto dentro del área. "Acierta pues, en rigor, no hubo falta que ameritara sancionar penal. Es correcto que es jugada peligrosa, pero es poco común. Volvimos a los años 20-30, lo digo en el buen sentido. Es poco usual, pero correcto. Tuvo coraje para sancionar un tiro libre indirecto en la 'final del mundo'", analiza.
Tampoco hubo VAR para la polémica expulsión del colombiano Wilmar Barrios en el segundo minuto de tiempo suplementario, por una falta sobre Exequiel Palacios. En este caso, el cafetero recibió la segunda amarilla. "En el fútbol sin VAR era para amarilla, pero la imagen fría demuestra que es roja. La imagen ratifica una buena decisión. Me parece una falta violentísima. Mete toda la pierna. Muy parecida a la expulsión de Riquero en la entrada sobre Ignacio Saavedra en cuanto a la intensidad", sentencia Selman.