Dentro de la cancha, River Plate obtuvo un triunfo clave por 2-0 ante Fluminense el 7 de junio en Buenos Aires, el cual le permitió encaminar su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, la que logró esta semana gracias a su victoria también por 2-0 frente a The Strongest de Bolivia. Sin embargo, fuera del campo, ese duelo ante los brasileños había dejado una arista pendiente: los graves actos de racismo denunciados por la comitiva del club de Río de Janeiro durante su estadía en Argentina.
“Es lamentable. No fue solo aquí dentro del estadio, también en las calles de Buenos Aires. La Conmebol tiene que tomar cartas en el asunto. Esto no puede pasar (...) Basta con tomar la cámara del estadio y ver que había varios que imitaban a los monos. Varios. Y pensando que es algo lindo…”, declaró molesto Fernando Diniz, DT de Fluminense, una vez terminado el partido.
Multa de 100 mil dólares y el cierre parcial de una tribuna
Ante esta denuncia, la Conmebol tomó cartas en el asunto y aplicó un duro castigo a la escuadra transandina por la vulneración del artículo 15 del Código Disciplinario de la Conmebol, que habla sobre discriminación: “Cualquier Asociación Miembro o club cuyos aficionados insulten o atenten contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen, será sancionado”.
Por lo mismo, se le aplicó a River Plate una multa de 100 mil dólares estadounidenses, esto sumado a la clausura del 50% de la Tribuna Centenario-Alta para el encuentro que organice como local por los octavos de final de la Libertadores.
Por último, el ente rector del fútbol sudamericano incluyó dentro del castigo la orden de que “River Plate deberá exhibir y cubrir la tribuna clausurada con una bandera con Basta de Racismo”.