Un primer tiempo indigno de la UC dominante de Holan. Superada en todas líneas, sometida a la presión de los argentinos. El mediocampo muy disminuido frente al despliegue de sus rivales. Pellegrino, en el entrenador del Fortín, hizo su tarea y entendió que para cortar el circuito cruzado primero debía entorpecer la faena de Nacho Saavedra. Muchas veces se vio a dos jugadores encima del volante central, como ejemplo. Y con eso, los chilenos perdieron ese primer pase limpio.

Con la mitad de la cancha perdida, Católica casi no se aproximó a la portería de Hoyos. Solo amagues de una ocasión claro. Una película muy distinta a la que se vio en el área de enfrente, donde Matías Dituro se alzó como la mejor figura de los locales. Con tanta ventaja en el juego de Vélez, no era justo que la ventaja parcial se diera con una mano de Juan Fuentes, cobrada por el VAR, pero así fue. Y Tarragona, a los 17′, abrió la cuenta y le puso mucha presión a la llave. El cuadro transandino necesitaba solo un gol más para instalarse en la siguiente ronda del torneo.

Mirando los rendimientos individuales, muchos puntos bajos en la UC. Los laterales, Rebolledo y Parot, constantemente vencidos. Saavedra, muy controlado. Aued, al trote, en uno de esos partidos donde cree que todo se soluciona con el buen pie. Lezcano, intrascendente; Puch, irregular; Valencia, invisible, muy al debe en la misión de reemplazar al inspirado Zampedri, quien está en cuarentena por Covid positivo. Había que mejorar mucho en la segunda mitad, para no hipotecar tanto el paso a semifinales.

Sin hacer muchos cambios tácticos, pero sí con mayor convicción de pararse en el campo contrario, los universitarios sí dieron un pequeño salto de calidad en su juego. Nada brillante, pero sí lo suficiente para hacer retroceder a Vélez y rondar el arco de Hoyos. El panorama se aclaró mucho más con el empate parcial de Luciano Aued, tras mano de Tarragona. Minuto 68, 1-1, todo se veía mejor para los anfitriones. Las buenas sensaciones, sin embargo, duraron muy poco, porque a los 73′, Orellano, un cambio muy atinado de la banca argentina, sacó un zapatazo que dejó clavado a Dituro: 1-2 y una definición a penales aparecía en el horizonte.

El gol del veinteañero puso contra las cuerdas a Católica. El miedo a los penales, el miedo a que se rompa la ilusión por una mala noche, lo cierto es que los transandinos estuvieron muy cerca de anotar el tercero y cerrar la llave. El poste, de hecho, salvó a Dituro tras el cabezazo de Lucero. Nada pudo ser el muy buen arquero cruzado con otro cabezazo de Lucero, quien anticipó a su marca y anotó el 1-3 en la última jugada del partido.

Así se acabó la aventura de la UC en la Copa Sudamericana. Cuando parecía que todo estaba dado para llegar a semifinales, una actuación floja acabó con todo. Vélez le mató la ilusión y el sueño de una copa internacional. Y, aunque les duela a los hinchas de la franja, con toda justicia.

FICHA DEL PARTIDO

U. Católica: Dituro; Rebolledo, Lanaro, Fuentes, Parot; Saavedra (85′, Silva); Fuenzalida, Aued; Lezcano (78′, Buonanotte), Valencia, Puch. DT: A. Holan.

Vélez Sarsfield: Hoyos; Guidara (68′, De la Fuente), Gianetti, Abram, Ortega; Galdames, Mancuello (80′, Álvarez); Bouzat (58′, Orellano), Centurión (69′, Lucero), Janson; Tarragona. DT: M. Pellegrino.

Goles: 0-1, 17′, Tarragona marca de penal, tras cobrada a Fuentes; 1-1, 68′, Aued anota de penal, por mano de Tarragona; 1-2, 73′, Orellano saca un zurdazo desde fuera del área que deja parado a Dituro; 1-3, 90+4′, Lucero anticipa a su marca y anota con un cabezazo.

Árbitro: Leodán González. Amonestó a Fuentes, Valencia, Puch, Dituro, Aued (UC); Abram, Centurión, Guidara, Ortega. A los 90+5′, expulsa a Lanaro en Católica.

San Carlos de Apoquindo: Sin público.