El fútbol mexicano tiene dos caras. Una es la del espectáculo efervescente, con camisetas repletas de publicidad y figuras de primer orden en su liga. La otra es menos glamorosa y más problemática. Esa es la del Veracruz, donde milita Bryan Carrasco, uno de los 19 chilenos que juegan en la Liga MX. Los Tiburones Rojos han tenido un 2019 repleto de inconvenientes, dentro y fuera de la cancha, en lo futbolístico y en lo económico. Es más bien la descarga de una larga agonía, aunque este martes tuvo un alivio al por fin ganar luego de mucho tiempo.
Una de las imágenes del fútbol azteca en el año fue en el partido ante Tigres, cuando los jugadores de Veracruz se quedaron inmóviles en la cancha por cuatro minutos en señal de protesta por sueldos impagos. En ese lapso, el rival no respetó el fair play y anotó dos goles (uno fue de Eduardo Vargas). Tigres ganó 1-3.
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Eduardo Vargas no respetó el fair play en el partido ante Veracruz.[/caption]
En abril, la FIFA sancionó al club con la pérdida de los puntos que había obtenido en el Clausura 2019 y el pago a Montevideo Wanderers por los derechos de formación de un jugador. Al mes siguiente, el equipo descendió deportivamente al tener uno de los peores promedios. No obstante, el dueño del Veracruz, Fidel Kuri Grajales (político, exdiputado, miembro del Partido Revolucionario Institucional), pagó 120 millones de pesos (seis millones de dólares) a cambio de seguir en Primera. Esa cantidad hizo, en parte, que se disparara una crisis financiera que tiene al club sumido en deudas con sus jugadores y trabajadores.
El viernes 18 de octubre, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) autorizó un fondo de 18 millones de pesos (940 mil dólares) para apoyar a los futbolistas que no han recibido sus pagos, pero el uso quedaba sujeto a un proceso "institucional" de comprobación de adeudos. El uruguayo Sebastián Rodríguez fue el primer futbolista del plantel en interponer una demanda por no pago de salarios ante la FMF. Ante los repetitivos y evidentes líos administrativos, Veracruz corre el riesgo de descender o ser desafiliado.
Deportivamente, los Tiburones tuvieron un respiro al vencer 1-0 al Puebla este martes, luego de tener una de las rachas más largas sin ganar de la historia del fútbol. Fueron 41 los juegos sin ganar de manera consecutiva en la Liga MX. La última victoria había sido el 25 de agosto del año pasado, 1-0 a Xolos de Tijuana. Fueron 430 días sin festejos. Casi alcanzan la racha más larga de un club sin ganar, que le pertenece al Chernomorets de Bulgaria: 43.
Parte de esta mala campaña tuvo involucrado a Juvenal Olmos, quien volvió a ejercer como DT en México. Apenas estuvo 73 días en su cargo, porque los resultados no lo acompañaron. En el torneo local, obtuvo dos empates y cinco derrotas. Dejó su puesto el 27 de octubre de 2018. "Esta oferta no la vi con los ojos completamente abiertos. Pero no me decepcioné nada, salí más contento de lo que estaba", dijo en una entrevista a La Tercera a fines del año pasado.
Dentro de toda la hecatombe, pese a los pésimos resultados, el desempeño de Bryan Carrasco sobresale. Con tres goles (dos de penal), es el segundo chileno con más goles en el Apertura 2019, solo detrás de Diego Valdés, que tiene cuatro.
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