El eslovaco Martin Klizan, que este jueves se clasificó para los cuartos de final del Trofeo Conde de Godó al derrotar al español Feliciano López (6-1 y 6-4), no descarta dar la sorpresa si tiene que medirse el viernes al número uno del mundo, el también español Rafael Nadal.
"Nadal parece estar en una gran forma, pero también es humano. Nadie es imbatible", comentó tras el partido Klizan, que ayer ya dio la sorpresa al derrotar al exnúmero uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, en segunda ronda.
El de Bratislava tiene derecho a pensar en grande. No en vano logró alcanzar las semifinales en Barcelona en 2015, aunque ahora esté el 140 del mundo y haya entrado en el cuadro grande procedente de la fase previa.
A Klizan, uno de los tenistas más prometedores del circuito en su etapa júnior (ganó Roland Garros júnior en 2006), una lesión en la pantorrilla lastró su rendimiento en 2017, cuando descendió más de cien puestos en el ránking.
A finales de ese año, se puso en manos del extenista eslovaco Dominik Hrbaty. "Con él he recuperado la confianza y siento que ahora estoy en el mejor momento de mi carrera", destacó.
Martin Klizan, que recordó que suele jugar siempre a un gran nivel en Barcelona, admitió, no obstante, que este año se encuentra algo cansado.
"Vengo de la fase previa y he tenido que jugar muchos partidos. Además, en primera ronda (contra el argentino Federico Delbonis) jugué casi tres horas. Suerte que hoy he estado poco en pista, así que podré descansar y prepararme bien para mañana", afirmó.
Su rival será Nadal si el diez veces campeón de Roland Garros vence hoy a su compatriota Guillermo García-López. Para Klizan, medirse al 'rey de la tierra' ya es motivo de satisfacción: "Nadal es una leyenda. Gane o pierda, enfrentarme a él en unos cuartos de final es para sentirse orgulloso".