El calor se hacía presente en el Club de Polo y Equitación San Cristobal, en Vitacura. La final del Hándicap de Chile entre Casa Silva y Verfrut se tuvo que retrasar una hora. El público, en ese lapso, se acumuló ante una televisión para vibrar con la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, que se jugaba en Madrid. Cuando la temperatura bajó, los jugadores de ambos equipos se posicionaron para empezar el encuentro. La gente se acomodó en sus asientos y, con un ojo en el fútbol, se enfocó en el polo.

Tras los seis chukkers, Verfrut se impuso, por 10-9.

El equipo frutícola comenzó la definición con mayor concentración, y a pesar de sumar los primeros goles con penales, supo administrar la ventaja. La familia Vercellino, con tres polistas entre los titulares, se hacía dueña del juego, manejando de forma prudente la bocha. En tanto, el conjunto negro de Casa Silva, como en todo el torneo, sufría en los primeros parciales y no podía convertir goles.

El elenco blanco estuvo 5-2 arriba en el marcador en el tercer chukker. Parecía, por el desarrollo del encuentro, que era poco probable una remontada de Casa Silva. No hubo mucha emoción y los primeros tantos eran de tiro libre o penal.

Por otro lado, el público se dividió en dos. Los más futboleros se abocaron a ver la Copa Libertadores y los amantes del polo siguieron enfocados en el Hándicap.

Como en las fases anteriores, el elenco negro tuvo un repunte en el nivel y pudo igualar el resultado.

En la quinta manga creció la incertidumbre y la imprevisibilidad. Las emociones llegaron y el resultado iba 9-9.

La mayor cuota de emoción la otorgó el último parcial. El empate obligaba a un alargue, y por el poco daño que se hacían, parecía que nada iba a pasar. Pero a poco de las campanadas, llegó el gol de Verfrut que sentenció el duelo. Alegría y tristeza. Final del encuentro. Los blancos coronados en el Hándicap de Chile.

"La clave fue jugar siempre en nuestras posiciones, mantener la tranquilidad cuando nos empataron y estar firmes atrás, sobre todo yo, que es ahí donde juego", expresó Felipe Vercellino, uno de los pilares de Verfrut.

Además, Felipe valoró el aporte de su técnico: "A veces uno de adentro no ve todo, pero nuestro entrenador nos ayuda mucho, nos dice cómo estamos jugando y nos transmite calma. Siempre jugamos bien, estuvimos mal en los tiros libres, pero fue nuestro mejor partido del torneo".

Por el lado de Casa Silva, mucha desilusión. Sabían que era importante empezar bien el encuentro y lamentaban las desconcentraciones en los primeros chukkers. "Nos faltó, empezar bien, igual que en los demás partidos. En todos pudimos remontarlo pero este equipo era distinto, y si volvíamos a dar esa ventaja era complejo darlo vuelto. Son buenos ellos, no les puedes dar ventaja", sentenció Matías Vial, uno de los pilares de Casa Silva.