Fue el momento más importante de la carrera en Silverstone. Un choque que quedará dando vueltas por mucho tiempo y que ha dividido al mundo del automovilismo. La victoria de Hamilton en el GP de Gran Bretaña queda marcada por el toque del inglés al neerlandés. Un contacto que dejó el auto de Red Bull destrozado y al 33 en el hospital. La sanción de 10 segundos recibida no fue un problema para Lewis quien asaltó la cima de forma dramática y logró recortarle 25 puntos en la lucha por el Campeonato Mundial a Max.
Tras las banderas rojas, el rostro de Hamilton cuando veía la repetición del choque en los boxes , lo decía todo. El inglés entendió a la perfección que excedió su posición y pasó a llevar a Max en una curva muy rápida. Ese choque entre ruedas pudo haber provocado un gran accidente. La penalización era clara, la pregunta era qué tan dura iba a ser. Algo que resolvió la FIA cuando ya se había retomado la competencia. 10 segundos de castigo, una cifra que aunque va acorde al reglamento, no fue problema para un monoplaza que es completamente superior a los otros ocho del circuito. Si no es Red Bull, no hay competencia para Mercedes.
Es por eso que Verstappen se mostró molesto por la decisión. Una vez terminada la carrera escribió sus descargos en redes sociales. “Me alegro de estar bien, pero decepcionado de haber sido eliminado así. El castigo dado no nos ayuda de ninguna forma y no es justo en relación a lo peligroso del movimiento de Lewis. Ver las celebraciones mientras yo estaba en el hospital es irrespetuoso y un comportamiento muy antideportivo, pero seguimos adelante”, lanzó el actual líder de la F1.
Una sensación que fue compartida por el asesor de Red Bull Racing, Helmut Marko. “No sé cuál sería la pena máxima, pero un comportamiento tan peligroso e imprudente debería ser castigado con una suspensión o algo así”, comentó el trabajador de Red Bull.
Pero no solo se quedó ahí, ya que analizó más en profundidad la situación. “Si un competidor toca salvajemente nuestra rueda trasera con su rueda delantera, eso ya no es un accidente de carrera en la curva más rápida del circuito. Eso es un comportamiento entre negligente y peligroso”, finalizó.
Por contra parte, Hamilton habló del accidente una vez terminada la carrera, quitándose culpas de lo ocurrido. “Hoy es un recordatorio de los peligros de este deporte. Le envío mis mejores deseos a Max, que es un competidor increíble. Me alegra saber que está bien. Siempre correré duro pero siempre de forma justa. Mi equipo mostró valentía y perseverancia. Es un sueño ganar frente a mi público local”, declaró el siete veces campeón del mundo.
Lo cierto es que el debate está servido. Para muchos es inexplicable la decisión de la FIA, que si bien se apegó al reglamento, le dio una gran chance a Mercedes de recortar los puntos que lo separaban de Red Bull. La mayor rivalidad de la F1 en los últimos años vive su episodio más candente. Uno que de seguro estará muy presente en Hungría, la próxima carrera del calendario.