Todo o nada. Así se vivieron los clasificatorios de este sábado en Abu Dabi. Lewis y Max lucharon rueda a rueda por tener la ventaja de cara a la largada de mañana, y el más joven prevaleció. Verstappen vuelve a conseguir una pole tras cinco carreras, justo en un momento donde ya no queda margen. Hamilton partirá segundo y Norris tercero.

El paddock se impresionó cuando en la Q3 Verstappen le sacó seis decimas al 44 de Mercedes. Durante toda la jornada estuvieron igualados, casi corriendo de forma idéntica. Por eso los 1:22.109 que firmó el aspirante al trono provocaron incredulidad. Los neumáticos rojos y la gran estrategia en equipo de Red Bull le dieron la largada al chico rebelde que busca marcar época. Hamilton intentó en los últimos minutos pero fue imposible. El primer golpe lo dio el neerlandés. Eso sí, la distribución realizada por los austriacos los obligará a largar con neumáticos rojos mañana. Un factor que será determinante en la carrera. Mercedes por su parte lo hará con los medios.

Con esto Max vuelve a firmar una pole tras cinco carreras, repitiendo lo logrado en Austin. El 33 necesitaba ese envión anímico. Lo celebró con fuerza y motivación, demostrando que tiene el hambre para ser un multicampeón. Checo quedó cuarto y Bottas sexto, sumandole aún más dramatismo a lo que suceda este domingo en Yas Marina.

Pero la parte baja de la grilla también estuvo llena de emociones. Por un lado se presenció la última prueba de clasificación de Kimi Raikkonen en la Fórmula Uno y por otro quedó en evidencia la caída de desempeño de los Aston Martin en esta parte final del año.

El finlandés, campeón del Mundo en 2007, comienza a despedirse de la disciplina con una actuación tibia en los clasificatorios. Quedó fuera en la primera de cambios, junto a los dos Haas y a los Williams, obligándolo a salir en el puesto 18 para disputar la última de sus 353 carreras en la F1.

Aston Martin por su parte nuevamente se queda corto un sábado. Esta siendo un final muy malo para los ingleses, quienes no pueden encontrar respuestas a los problemas de manejo y de ritmo. Vettel terminó cabreado, con el auto y con la gran cantidad de pilotos que buscaron mejorar el tiempo de la Q2 en los últimos minutos. En un momento hubo siete vehículos en la pista, prácticamente como si fuese una carrera.

Algo que solo se explica por el momento que se vive en el calendario. La última carrera es también la última opción de demostrar lo que valen. Algunos quieren despedirse a lo grande. Otros demostrar que siguen vigentes. Dos de ellos buscan dar el salto definitivo a la historia. Uno para transformarse en el más ganador de la historia. El otro para ya dejar en claro que será una leyenda de la disciplina.

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