Viaje al corazón de los Cóndores
La selección nacional de rugby enfrenta hoy a Escocia como un preparativo para el duelo del 9 de julio ante Estados Unidos, que entregará un cupo al Mundial de 2023. En medio de esos eventos, dignos de la élite mundial, Pablo Lemoine, head coach del equipo chileno, repasa la interna de un equipo que no pierde la ilusión.
Si hace cuatros años a un fanático del rugby le decían que hoy Chile estaría jugando un partido amistoso en el estadio Santa Laura ante Escocia, como antesala de una llave clasificatoria a un Mundial XV, lo más probable es que no lo hubiese creído.
Tampoco se hubiese imaginado que llegaría un técnico de renombre como Pablo Lemoine, que junto a una federación entusiasmada y a unos jugadores profesionales con espíritu amateur, iban a instalar a Chile en el mapa mundial. Una ecuación en la que el entrenador uruguayo siempre ha tenido un rol estelar. Por eso es una voz autorizada para hablar de las semanas más importantes de la historia del rugby chileno, unas que comenzaron con una preparación en el norte del país y que hoy los tienen jugando ante un combinado que es leyenda en la disciplina.
El próximo 9 de julio, los Cóndores tendrán su enfrentamiento más importante, con el partido de ida de la llave que entrega un pasaje al Mundial ante Estados Unidos. Este sábado, frente a Escocia, buscarán aterrizar sus aspiraciones. Lemoine intenta no centrarse solo en ese resultado. Expresiones como “este es un proceso”, “el Mundial no es lo único importante’' y “un plan integral” se repetirán varias veces en la conversación que sostiene con El Deportivo.
Altura y unión
Los Cóndores volvieron a Santiago recién a comienzos de esta semana. Pese al duelo al histórico que hoy disputarán, la mirada del equipo siempre ha estado puesta en Estados Unidos.
La preparación comenzó en Antofagasta hace un par de semanas. Allí los jugadores se concentraron tras unas semanas de descanso, luego de que la mayoría de ellos disputara la final de la SLAR. En la ciudad costera diseñaron planes de juego y se acercaron a la comunidad local, algo que para Lemoine es muy importante. “Cóndores tiene que representar a todo el rugby de Chile, no solo a Santiago”, repite.
Después de la estadía en Antofagasta viajaron a Calama, donde buscaron replicar las condiciones a las que se enfrentarán cuando tengan que viajar a Estados Unidos a cerrar la serie el 16 de julio. La altitud del pueblo nortino (2.200 metros) es muy similar a la de Denver (1.600). “Fuimos a buscar eso, porque en Colorado vamos a jugar en altura, con un clima similar y con un aire seco como el de Calama”, comenta.
En la ciudad minera fueron semanas de calma, solo enfocadas en el rugby, algo muy contrario a estos últimos siete días, donde las jornadas de Lemoine y sus dirigidos han transitado entre ruedas de prensa, ceremonias y actos comerciales, incluida la presentación de la nueva camiseta auspiciada por Peugeot, de cara al duelo ante Escocia.
A 160 minutos de un Mundial
“Es un rugby muy físico, tienen una potencia muy importante, con jugadores muy grandes de tamaño y fuertes. Nosotros nos estamos preparando para un rugby de ese tipo y enfrentar a un equipo que rompe la línea de la defensa, que usa el maul para lastimarnos en donde nosotros capaz que tenemos un déficit, que es en el tamaño”, analiza Lemoine cuando se le pregunta por Estados Unidos, el rival que lo separa de Francia 2023.
El norteamericano es un equipo duro y con galones, que sabe de ir a la cita planetaria casi de forma rutinaria. Solamente no estuvo presente en Sudáfrica 1995. Eso sí nunca ha podido superar la primera ronda. Por eso vencerlo no es descabellado, pero sí requiere ciertas condiciones. Lemoine las explica: “Debemos trabajar mucho en nuestra disciplina, evitar hacer penales, saber trabajar en conjunto, saber trabajar al rival y en base a nuestra fortaleza lograr el objetivo. Tenemos que hacerlo como equipo, no con individualidades”.
Más allá de la efervescencia que existe, el head coach no pierde la calma. “Las oportunidades nunca son únicas, nosotros confiamos mucho en el proceso y el presidente de la federación nos ha planteado que esto es un proyecto a largo plazo para construir el rugby de Chile, para darle un cambio para las generaciones que vienen. Estamos trabajando en juveniles, en rugby femenino, en los centros regionales de alto rendimiento y en el área de desarrollo. Si esto fuese solo clasificar al Mundial no estaríamos haciendo esto”.
Una de las frases que más repetía Pablo Lemoine cuando llegó al país en 2018 era que Chile era el gigante dormido de Sudamérica. Cuatro años después, y con varios hitos a su haber, la frase toma otro matiz. “Está despertando. Siento que el seleccionado está logrando cohesionar a todo el rugby chileno. Cada vez hay más gente que sigue al seleccionado, cada vez hay más gente que se mete al rugby y hay más gente que quiere ser parte del proyecto federativo de Chile. Hubo un momento en que el rugby se centralizó y eso no le hizo bien. Ahora, en cambio, estamos revitalizando los polos de Chile y con eso vamos a lograr un rugby chileno mucho más grande, federal y ambicioso”.
Eso le motiva y lo llena de orgullo. Es uno de sus grandes objetivos, mucho más profundo y valioso que disputar un Mundial, asegura. “Estoy contento con lo que hice, con lo que estoy haciendo y con lo que está haciendo la gente que trabaja conmigo”, insiste.
Lemoine también confiesa que para que el plan y el rugby mejoren es necesario tener un estadio. “Es una de las cosas que más afecta a la federación, donde más gastos tiene anualmente. Genera espectáculos en lugares que no son acordes a los partidos que se juegan. Por tener un estadio para una buena calidad televisiva terminamos jugando en estadios de 25 mil personas. Ojalá que nos acompañe el legado de Santiago 2023. Sé que se está hablando con la ministra, con el presidente del Comité Olímpico para tratar de que en el CAR de La Reina se construya un estadio. Un polo como puede ser un estadio desarrolla todo a sus alrededores”, valora.
“Espero ansiosamente que esto se transforme en una realidad. Creo que Santiago 2023 va a reconocer el trabajo del rugby, que es un gran trabajo en todos los niveles sociales. Eso nos va a ayudar muchísimo para tener nuestra casa, el nido de Cóndores como le decimos nosotros hace mucho tiempo”, concluye.
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