Vicente Almonacid, el nadador que arriesgó su vida para defender a Chile en Tokio y ahora es abanderado en Santiago 2023

Vicente Almonacid, en la piscina de Tokio
Vicente Almonacid, en la piscina de Tokio (Foto: @INDChileOficial/Twitter)

En 2021 asistió a los Juegos Olímpicos sabiendo que padecía de un tumor en el mediastino. Dos años después, llega a los Parapanamericanos como campeón mundial.



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La ceremonia de inauguración de los Juegos Parapanamericanos tendrá a Vicente Almonacid como protagonista. Junto a Tamara Leonelli serán los abanderados de la comitiva nacional, reconocimiento que se da principalmente por su historia con Chile y sus resultados recientes. Una combinación que entregan una historia única.

Consiguió la medalla de oro en Lima 2019, fue campeón mundial en Portugal el año pasado y este año se colgó la presea de plata en el Mundial de Manchester. Además, estuvo en Tokio 2020, unos Juegos Olímpicos en donde tuvo que arriesgar su vida para competir. Esto, una historia totalmente desconocida hasta que el propio nadador la contó después de su primera prueba en tierras japonesas.

La situación se destapó tras la final de los 100 metros pecho SB8, donde terminó octavo. “Quizás no todos lo sepan, pero lo de ayer fue un golpe durísimo, del que todavía no me levanto al 100 por ciento. Pagué el precio que casi nadie paga por unos Juegos. Me enteré, un mes antes de viajar, de que tengo un tumor de seis por cinco centímetros en el mediastino. Tenía que decidir si arriesgar mi vida para cumplir el sueño y fue una lucha interna gigante, que solo unos pocos sabían que estaba pasando y que, aunque no quería, me afectó. Hubo días en que no quería entrenar. Tenía pena, rabia e incertidumbre”, confesó en aquella oportunidad en sus redes sociales.

Con solo 20 años tuvo que decidir si su salud estaría primero que el representar a Chile en unos Juegos Olímpicos. El hambre deportiva y las miles de horas de trabajo, lo hicieron optar por tomar el avión rumbo a Asia. Obviamente los resultados no fueron los mejores, pero Almonacid sentó un precedente. Chile estaría primero en sus prioridades.

La decisión fue aplaudida por compañeros y autoridades, quienes destacaron el espíritu de lucha del chileno. “A nivel institucional respetamos absolutamente la decisión de Vicente. Él consultó con varios médicos y había distintos diagnósticos, pero todos apuntaban a que era arriesgado que viniera y él se la jugó. Lleva cinco años preparándose para este evento y logró pasar a la final y obtener un octavo lugar. Vicente es un gallo sumamente aguerrido... no me imagino estar en una posición como esa, una situación de salud tan compleja e igual jugársela, venir a los Juegos y querer terminar su sueño. Nos dio una demostración de coraje increíble”, declaró en medio de las actividades Ricardo Elizalde, ex presidente del Comité Paralímpico,

En su regreso a Chile, Almonacid tuvo que operarse, comenzar un proceso de recuperación y volver al ruedo. Quedaban más sueños por cumplirse y el tiempo era corto, principalmente tras un ciclo olímpico que duró cinco años.

Y sorprendentemente el periodo que vino entre Tokio y Santiago 2023 trajo dos hitos deportivos para el nadador. Primero el oro mundial conseguido en el Portugal en 2022 y después la plata en el Mundial de Manchester. Aquellos resultados, además de su actitud heroica en Japón, lo llevaron a ser elegido como abanderado chileno para los Juegos Parapanamericanos.

Llevar la bandera en estos juegos que se realizan en casa, lo hace una situación mucho más especial para mí. Esta es una muestra más del trabajo que estamos haciendo, que estamos por buen camino y que sin duda estamos haciendo bien las cosas”, comentó en la ceremonia donde se anunció su designación.

Vicente Almonacid, en plena competencia
Vicente Almonacid, en plena competencia (Foto: @INDOficialChile/Twitter)

Almonacid nació con una forma agresiva de fibromatosis, una afección en la que los tejidos del cuerpo desarrollan tumores. El problema afectó su brazo izquierdo desde que nació, y a los cinco años le tuvieron que amputar uno de los dedos. En 2012 le quitaron la parte inferior del brazo y desde entonces ha perdido el resto del brazo y el omóplato.

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