El beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso dio la vuelta al mundo. El acto del presidente de la Real Federación Española de Fútbol fue reprochado en todos los rincones por forzar a la futbolista a un momento muy incómodo. Y si bien el directivo se disculpó por lo sucedido y la jugadora intentó bajarle el perfil, lo cierto es que las críticas no arrecian.

Esta vez fue el turno de la flamante vicepresidenta del gobierno de España Yolanda Díaz. La alta autoridad cuestionó con dureza el episodio y no dudó en pedir la salida del dirigente. “La condena más rotunda a lo que hemos visto el día de ayer y seguimos pidiendo la dimisión del señor Rubiales, que en este caso ha vejado y ha, sin lugar a dudas, agredido a una mujer. Sus excusas no sirven en absoluto”, manifestó tras haberse reunido con el rey de España en el Palacio de La Zarzuela.

Y no se quedó en eso. “Desde luego lo que pedimos es el cumplimiento de la Ley del Deporte, y también que se activen los protocolos de la Federación de Deporte... Insisto, esta persona debe dimitir”, agregó.

Además, lo volvió a repasar en sus redes sociales. Ahí escribió otro dardo más. “Lo que hizo Rubiales es un ejemplo intolerable del machismo que seguimos soportando las mujeres. Nuestras campeonas son ejemplo de igualdad y futuro. Pero aún queda mucho por hacer. Avanzar en la igualdad retributiva en el fútbol y terminar con estos abusos es fundamental”, publicó en su cuenta de Twitter.

Las erráticas disculpas

En un comienzo Rubiales no se tomó bien la situación y arremetió con agresividad contra los que criticaron su actitud. “No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos. Un pico de dos amigos celebrando algo. Ha habido más, no míos, pero de otra gente. No estamos para gilipolleces, de verdad”, lanzó en una entrevista en El partidazo de COPE. “Yo, con todo lo que he pasado, más gilipolleces y más tontos del culo no... Vamos a disfrutar de lo bueno y ni me comentéis cosas de pringados que no saben ver lo positivo”, insistió. “Es una cosa que no tiene ninguna maldad, que es una tontería... Que haya gente que pierda el tiempo en esto siendo campeones del mundo... Si hay tontos, que sigan con sus tonterías, yo paso”, culminó.

Luego, ante el revuelo mundial, tuvo que retractarse. “Tengo que disculparme. Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer. Fue sin mala fe en un momento de máxima efusividad. Aquí no se entendía porque lo veíamos natural, pero fuera se ha formado un revuelo”, dijo. E insistió: “Fue con ninguna mala fe por ninguna de las dos partes, pero fuera sí parece que se ha formado revuelo y ha habido gente que se ha sentido dañada así que debo pedir disculpas, no queda otra, y aprender de esto porque el presidente de una institución tan importante como la federación en este tipo de ceremonias tiene que tener más cuidado”.

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