Victoria 97 para un Hamilton que volvió a demostrar su clase en Portimao

Hamilton gana y demuestra todo lo que vale en el Gran Premio de Portugal. Una carrera extraordinaria del británico, que primero luchó con Verstappen y después ante su compañero Bottas. Dos movimientos donde Lewis hizo gala de la leyenda que ha forjado en la Fórmula Uno y que le dieron la victoria en Portimao por segundo año consecutivo. Ya solo faltan tres para alcanzar las 100.

Desde el arranque, los tres pilotos más rápidos del sábado lucharon por el primer puesto. En medio de una batalla que pinta para legendaria, como la de Hamilton con Max, Valtteri se mantenía firme, diciendo que la pole del sábado no era sorpresa y que también merece el respeto con el que se habla de sus rivales en la lucha por el título.

Atrás quedaban las malas sensaciones de Imola para el finlandés, piloteando de forma inteligente cuando las banderas amarillas flameaban en las primeras vueltas luego del curioso toque entre los compañeros de Alfa Romeo, que dejó fuera a Raikkonen en el amanecer de la carrera. Bottas lideró con sutileza esa fila interminable de autos, esperando poder seguir adelante cuando la velocidad retomara en Portimao. Pero en la vuelta 20, el ocho veces campeón del mundo lo pasó por fuera sin piedad, asaltando la cima.

Hamilton y Verstappen, los nombres más potentes del paddock desde hace ya varias temporadas, hoy dieron gala de ese estatus, y entregaron una carrera digna de repetición. Tuvieron adelantamientos que solo pueden hacer los clase mundial. Pero ahí prevaleció la experiencia, al igual que en la polémica carrera de Bahrein.

Ambos utilizaron los neumáticos duros en su primera y única parada, obligados a pelear con ellos hasta el final. En esos momentos de pits, quien se quedó con la cima fue Checo Pérez. El mexicano intentó lo más que pudo resistir la velocidad de Lewis, para así ayudar a su compañero de Red Bull. Pero en la vuelta 51, el de Mercedes utilizó el DRS y volvió a la posición a la que está tan acostumbrado. Delante de todos, rompiendo récords y saboreando el champán.

En la zona media quedaron los Alpine con Ocon y Alonso, sumando puntos valiosos para los ex Renault. Gran carrera para el asturiano que comienza a sonreír en su retorno a la Fórmula Uno. Vettel hizo lo que pudo con su Aston Martin y terminó 13° en un cierre amargo para lo que es su mejor fin de semana en lo que va del año.

Daniel Ricciardo por su parte arregló la situación complicada en la que quedó en las clasificaciones del sábado y logró adelantar seis puestos durante las 66 vueltas de Portimao. Su compañero Norris sigue llevándose los aplausos en McLaren, firmando el quinto lugar cuando cruzó la bandera a cuadros.

Y como ya es tradición, el fondo quedaron los Haas y los Williams. Un golpe mucho más duro para la escudería británica que se había ilusionado con el puesto 11° conseguido por Russell en las clasificaciones. A la hora de la verdad, todo quedó en nada.