El Barcelona se sacó todos los fantasmas en el escenario ideal. Luego de una racha de tres partidos seguidos sin ganar, ante rivales de una estirpe inferior (Girona, Leganés y Athletic de Bilbao), lo que alimentó una serie de críticas hacia la labor del técnico Ernesto Valverde, hoy el cuadro culé golpeó la mesa y sacó a relucir su condición de favorito para la Liga de Campeones. En Wembley, sitio en el cual conquistaron dos de las cinco Copas de Europa que tienen en sus vitrinas, superaron con claridad al Tottenham de Mauricio Pochettino por 2-4.

Pese a que algunos medios hispanos ponían a Arturo Vidal en la titularidad, eso no fue así. El seleccionado nacional ingresó en los 87' por el brasileño Arthur, para cerrar el partido y cuidar el resultado. Efectivamente, Valverde priorizó potenciar el mediocampo sacando a Dembélé, pero el volante que ingresó fue Arthur, de muy buena labor en Londres. Del 4-3-3 estelar que usa comúnmente el equipo, se pasó a un 4-4-2, con Rakitic y Coutinho abiertos, y Busquets con Arthur en el medio, dejando a Messi libre, para que hiciera lo que quisiera. Y en efecto, la Pulga fue clave.

El Barça necesitaba una actuación como la de hoy, no solo para ahuyentar cualquier voz de alerta, sino además por la necesidad de allanar su clasificación a los octavos de final en uno de los grupos más complejos de la Champions. El plantel azulgrana mostró en Wembley lo mejor de la temporada. Para su fortuna, la victoria se cimentó tempranamente, con el tanto de Philippe Coutinho a los dos minutos de partido, con el arco libre tras una espantosa salida de Lloris, uno de los puntos bajos de los Spurs.

El Barcelona no tuvo ningún lío con replegarse cuando el rival tenía el control del balón y avanzaba. Era cosa de mirar el despliegue de Coutinho, quien apoyó a Jordi Alba por el carril izquierdo. Pero cuando la pelota era de ellos, el ataque era directo, guiados por Messi. En los 28', Ivan Rakitic convierte un golazo, empalmando el balón con la derecha tras un pase atrás de Coutinho. Una victoria cómoda sobre el Tottenham, que sintió mucho las ausencias de Eriksen y Dele Alli, porque careció de construcción.

Harry Kane condimentó el segundo tiempo con el 1-2, anotando tras enganchar a Semedo y rematar cruzado (52'). El descuento hizo suponer que el Tottenham saldría con todo en busca del empate, pero todo se derrumbó con el 1-3 de Messi, finalizando con un zurdazo ajustado una notable jugada colectiva (56'). El 2-3 de Erik Lamela (66') le puso suspenso al desenlace del partido, pero otra aparición del 10 argentino cerró la victoria sobre el epílogo, la mejor exhibición del Barcelona en la campaña.

El equipo de Vidal lidera la tabla del grupo B con seis puntos, tal como el Inter de Milán, que venció de visita por 1-2 al PSV Eindhoven, con tantos de Nainggolan e Icardi. Ambos elencos se enfrentarán por la tercera jornada, el 24 de octubre, en el Camp Nou.