Arturo Vidal luce más con Quique Setién que con Ernesto Valverde en la banca del Barcelona. Fue solo su primer partido bajo el mando del nuevo técnico, pero bastó para que el Rey revitalizara su posición en el Barcelona. Aprovechó la ausencia del holandés Frenkie de Jong, muy probablemente la causa para que haya sido incluido desde el comienzo, para convertirse en una de las figuras en la victoria sobre el Granada.

Vidal le ofreció su mejor repertorio a su nuevo jefe. Jugó 83 minutos, lo que supera con largueza el promedio de presencia en el campo con su anterior jefe: 37,8 minutos . El mediocampista no se limitó al despliegue defensivo. Hasta asistió a Lionel Messi para el gol del triunfo y realizó 75 pases en un partido en el que el Barça batió un récord: llegó a 1.005 cesiones de balón.

"Siempre que ha salido a la cancha, Arturo Vidal ha mostrado un buen nivel. Es un jugador perfecto para adaptarse a cualquier estructura", dice a La Tercera Miguel Ángel Nadal, defensa culé entre 1991 y 1999.

El chileno se llena de elogios y los números los avalan. En la línea de su estilo habitual, realizó tres intercepciones y cometió tres faltas, las mismas que recibió. Una vez probó al arco. "Vidal ya tiene la experiencia suficiente, el bagaje y la experiencia. Como profesional, en la plantilla todos tienen su peso. Esta temporada ha marcado goles y su trabajo es específico. Puede poner gol, empuje, variar un partido, romper estructuras. Es un jugador aprovechable", añade Nadal.

Para Valverde, Vidal nunca fue un titular indiscutido. En esta temporada de La Liga, con el ex DT en la banca, el Rey estuvo en la cancha en 15 partidos, pero apenas en cuatro fue titular. Y solo en dos de ellos, ante el Valladolid y el Alavés, estuvo todo el duelo en el campo de juego. Apenas promedió 37,8 minutos por juego.

Durante todo el período, ejecutó 430 pases. Es decir, promedió 28,6 cesiones de balón por encuentro. Ese número es decidor: es apenas un poco más de un tercio de la productividad que tuvo Vidal en su estreno con Quique Setién. También deja en claro la versatilidad del chileno, quien no tiene problemas en pedir el balón y ser un generador.

Goleador

Igualmente, con Valverde en la banca y a pesar del escaso tiempo que le daba, Vidal había sido uno de los goleadores, con seis conquistas. Cuatro goles los anotó con el pie derecho, uno con el izquierdo y el restante fue un cabezazo. Un gol cada 94,8 minutos, con lo que llegó a superar a Antoine Griezmann, el refuerzo estrella para la ofensiva. No fue suficiente para convencer al extremeño. Con Setién al borde de la cancha, la historia, al menos, tiene un comienzo distinto.