No es la primera vez que ocurre y es difícil aventurarse con que será la última. El asunto es cíclico. Arturo Vidal, Estrada, Johnny, Mena y Pavez ya cayeron. Y ahora desde la UC aportan para que el fútbol chileno sume otro episodio en que el alcohol y la conducción se unen. ¿El responsable? Benjamín Vidal, de 28 años.
La madrugada de ayer (00.15 horas), el futbolista perdió el control de su vehículo Mazda CX-5 en la intersección de calle Las Perdices con Avenida Departamental, en el límite de las comunas de Peñalolén con La Florida y cayó al Canal Las Perdices desde una altura de casi cinco metros. La parte frontal del automóvil quedó destruida, los airbags se dispararon e incluso el parabrisas sufrió daños. No así el jugador, quien marcó en el alcotest 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre (0,3 es el máximo permitido en Chile).
Todo ocurrió luego de un asado de camaradería (visado por el club) en el que participó casi todo el plantel para celebrar la Supercopa y dar la bienvenida a los jóvenes. Y mientras algunos se volvieron temprano a sus casas, otros se quedaron a ver el partido de Chile ante Estados Unidos. Entre ellos el zaguero.
"(Vidal) pierde el control del móvil y cae a un barranco (...) cuando llega personal policial realiza las pruebas respiratorias y arroja positivo a la presencia de alcohol", expuso a Radio Cooperativa Ignacio Lagos, oficial de ronda de la Prefectura Santiago Cordillera.
El ex O'Higgins quedó detenido en la 43ª Comisaría de Carabineros y dejado en libertad tras pasar por la alcoholemia y la constatación de lesiones. Queda a la espera de ser citado por la Fiscalía.
Ayer por la mañana se presentó en San Carlos, donde tuvo el primer cara a cara con José Marías Buljubasich. También habló con sus compañeros y el cuerpo técnico. "Como club, condenar el hecho. Todos sabemos que no hay que manejar bajo los efectos del alcohol. Nuestro mensaje es que no tiene que pasar. Evaluaremos algunas sanciones internas, pero más que nada, tomar conciencia y dar mensaje hacia todos, que estos hechos no tienen que suceder", señaló luego el Tati. ¿Cuáles son esas sanciones? En ningún caso terminar su vínculo (tiene contrato hasta fines de 2020), sino que, según cuentan en la dirigencia, van desde apartarlo de algunas citaciones, hasta hacerlo pagar con clínicas e implementos deportivos para alguna fundación. La sanción económica es inviable, toda vez que el Sifup logró un acuerdo en el que los clubes no pueden descontar del salario de los jugadores multa alguna.
"Dentro de la situación, lo vi bien. Preocupado, apenado, arrepentido. Nadie quiere hacerlo, pero a veces lo hacemos sin pensarlo. Cuando me comenta que lo que tomó no fue mucho, uno lo puede comprobar a primera vista", añadió el gerente deportivo.
El Tati no hizo mención a que Vidal hubiera cometido infracción en la dieta, de bebida o comida. A diferencia de lo que ocurre en Europa, no suele haber normas de alimentación en los clubes chilenos. No por nada fue noticia que Matías Dituro se declarara un maniático de la alimentación y que no come chocolates y hamburguesas. Lo habitual en el fútbol mundial en Chile es excepcional.