A una semana del clásico del mundo, el Barcelona y el Real Madrid afrontarán el duelo del próximo domingo en el Camp Nou con realidades tan opuestas como sorprendentes. Si los merengues atraviesan por una seria crisis de resultados, los azulgranas asaltaron la cima de la tabla de la liga española. Derrotaron al Sevilla, el líder hasta antes del inicio de la fecha, por 4-2. Arturo Vidal se quedó en la banca, profundizando su condición de suplente en el plantel catalán.
Luego de cuatro partidos sin ganar, el elenco de Ernesto Valverde tuvo una actuación mucho más convincente, sobre todo considerando la calidad del rival. Antes del cuarto de hora, el Barça hizo las tareas y quedó 2-0 arriba, con un par de golazos. En los 2', Philippe Coutinho define de primera tras un pase de Lionel Messi. Luego, en los 12', fue el turno del 10, quien nuevamente somete a los andaluces, su víctima predilecta.
Eso sí, la Pulga puso la cuota de incertidumbre porque salió lesionado en el codo derecho. Fue atendido por el cuerpo médico y fue reemplazado por el francés Dembélé, con lo cual Sergio Busquets quedó de capitán.
Ante la ausencia de Messi, el partido fue más abierto porque el Sevilla llegó con más asiduidad al arco de Ter Stegen, de notable actuación pese a recibir dos goles. Luis Suárez, de penal (63') e Ivan Rakitic (88') ampliaron el marcador para el Barcelona. Los descuentos sevillistas fueron de Pablo Sarabia (79') y del colombiano Luis Muriel (90'+1').
De esta manera, el equipo de Vidal es el nuevo puntero de La Liga con 18 puntos, uno más que el Alavés de Guillermo Maripán.