Minuto 54. Lionel Messi se para en la orilla y el cuarto árbitro porta el cartel que indica el jugador que saldrá. Lo levanta y el número es el 22, el de Arturo Vidal. El Rey sale fastidiado.

El chileno era, hasta entonces, uno de los mejores jugadores de la formación en la que Ernesto Valverde reservó a sus figuras para el partido ante el Tottenham, por la Champions. Sumaba su segunda titularidad, aunque ese protagonismo no ha ido ligado a victorias (estuvo también en el empate ante el Girona). Ayer, la derrota parcial por 0-1 ante el Athletic de Bilbao obligaba al Barcelona a buscar opciones. Más aún si eran de lujo. También ingresó Busquets. Apenas les alcanzó el 1-1.

No jugó bien el equipo catalán. Hubo desconexiones y, sin su principal socio de ataque, Luis Suárez perdió presencia ante una defensa del Bilbao que se cerró más después del gol de De Marcos. Valverde recurrió a sus estrellas para evitar el descalabro. Vidal no es parte de ese selecto grupo. Como Rakitic, quien ayer no justificó la membresía, pero parece intocable.

En lo suyo, el Rey regaló despliegue. Incluso evitó que el Bilbao se pusiera en ventaja en los 16', cuando achicó como virtual arquero frente a Iñaki Williams. Con el balón, el chileno minimizó riesgos. Incluso asistió de gran forma a Suárez, pero el uruguayo no logró anotar. Se veía cómodo. Por eso, el cambio le molestó. También a los medios españoles. "El cambio de Vidal no lo entendió él ni nadie", tituló Marca. Luego, profundizó: "De lo más potable del Barça. Peleó y ganó balones divididos de los que los suelen perder los azulgranas. Abortó un gol cantando de Williams. Dejó solo a Suárez con un pase magistral".

"Solvencia sin premio", añadió Sport. "Fue el jugador azulgrana más destacado de la primera mitad en la zona ancha. Se las tuvo que ver cara a cara con Dani García, que le marcó al hombre. Y supo salir airoso. Combativo y con movilidad, siempre se ofreció para combinar y estuvo seguro en todos los pases", resumió.

Solo Mundo Deportivo validó la decisión del DT. "Dejó su huella con una gran asistencia que Luis Suárez desaprovechó y con varios balones robados con su espíritu combativo, pero con 0-1 el partido pedía un toque que no tiene", sintetizó.

El ingreso de Messi, en todo caso, fue un shot de energía para el Barça: dos tiros en los palos y la asistencia para que Munir empatara.