Vidaurre, el súperniño que se hizo grande en Tokio

El chileno de 21 años terminó el recorrido de 28 kilómetros en un tiempo de 1 hora, 28 minutos y 33 segundos. El Oro se lo llevó el británico Thomas Pidcock. Una carrera que ha estado marcada por el esfuerzo y el trabajo.



Martín Vidaurre regaló sonrisas de triunfalismo. Apenas cruzó la meta del circuito de los Juegos Olímpicos, en el Centro de MTB de Izu, recibió aplausos de toda la delegación y competidores presentes. Con apenas 21 años, el santiaguino, quien llegaba con el aval de buenos resultados en la categoría Sub 23 del mountain bike, anotó el 16° lugar en su estreno olímpico, quedando a 3:19 del ganador, el británico Thomas Pidcock.

“Es difícil describir las sensaciones. Venimos trabajando hace tiempo. Soy el más joven de todos los corredores. Cada vez me voy adaptando más a eso. Quedé muy conforme. Tuve una pequeña caída al final, perdí un poco de lugares, pero di todo. Fue un poco lo que venía trabajando. Esto me da mucha experiencia para lo que viene. Ser 16º en los Juegos Olímpicos es bueno. Queda por trabajar, pero disfrutando de proceso de estar acá, de representar a Chile”, dijo el nacional una vez finalizada la carrera.

Vidaurre, quien arrancó en la posición 30, logró el recorrido en una hora, 28 minutos y 33 segundos. El ganador de la medalla de oro fue el británico Thomas Pidcock (1:25:14). Su alegría fue evidente pues ni en sus mejores sueños imaginó un debut tan categórico. Además, superó lo efectuado en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 por Cristóbal Silva, quien terminó en el puesto 36.

Vidaurre ha logrado armar una carrera en base al esfuerzo. Mirando siempre a su padre Cristóbal, el ex campeón panamericano de MTB y destacado piloto de rally. Desde los dos años ya pedaleaba sin rueditas adicionales que lo ayudaran.

“La disciplina es un tema fundamental. Ser ordenado, entrenar bien. Los recursos también son súper importantes, porque, como venimos de Chile, tenemos que viajar a donde están los europeos desde chicos, criados con colegios especiales, corriendo juntos desde pequeños y son todos buenos. De repente sale un gallo bueno en Chile, pero no tiene competencia, entonces no tiene cómo mejorar. La única manera es saliendo a Europa. Allá corren desde los cinco años y son todos unas máquinas”, repasaba en una entrevista con La Tercera.

Su potencia ha sido tema de estudio. Jorge Cajigal, el reconocido exfisiólogo del CAR, ya lo anticipaba al medir los niveles de esfuerzo de Martín. Ahí ya se supo que al frente tenía a un verdadero talento. Eso ocurrió en 2015, cuando el bronce panamericano de Lima 2019 apenas tenía 15 años. Cajigal ha medido a todos los deportistas del alto rendimiento chileno desde 1995. Sus medidas fueron 24,6 watts/kg y una potencia aeróbica máxima de 7,3 watts/kg con un VO2 max de 84,3 ml/min/kg… Para quien no entienda esta medida, Vidaurre ya era un súperniño.

El ciclista nunca se rindió. Nada lo detuvo, pese a que siempre asumió la dificultad de vivir de la disciplina que tanto le apasiona. “Toda la vida es difícil, porque mi deporte dura hasta los 37 años. Es complicado dedicarse al alto rendimiento en Chile. Estoy viendo opciones en el estudio para que, cuando termine la bici, tener algo”, señaló. “(...) Ser de alto rendimiento igual es difícil. Para estar dentro de los mejores hay que estar en los mundiales y copas del mundo. Entonces, con un estudio es complicado, porque hay que encontrar una universidad que te ayude y que no sea una barrera. También está el tema de las lucas, que siendo deportista ganas por auspiciadores, pero si después no hiciste nada más, te quedaste botado. Es el miedo que tengo y lo que cuesta”, complementó.

Vidaurre siempre quiso transcender en el tiempo. No quiere realizar una buena competencia y que su nombre pase al olvido. Siempre quiso entrar en algún equipo de marca y se reconocido. “Me gustaría, ojalá, entrar a algún equipo de factory, de marca y ser conocido en el deporte. Mi objetivo no es ser campeón mundial y que Martín no exista más. Me gustaría estar entre los mejores, que conozcan mi nombre, guiar carreras y que sepan que eres bueno, pelear la punta con los elite”, revelaba.

En ese tiempo, el ciclista de mountainbike que hoy saca aplausos ya anticipaba su participación en Tokio 2020. “Voy a dejarlo todo. Ahora voy a competir, no a participar. A competir, porque en el Mundial de este año tuve un problema en una rueda y fue una de mis pésimas carreras. Quiero volver a estar ahí, ponerle todo y superarme a mí mismo. He abandonado dos carreras y ahora voy con la meta de superarme a mi mismo y sacar todo de mí”.

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