La fase de grupos llega a su final en Qatar 2022 y al apartado G le faltaba definir al último de sus representantes para octavos de final (Brasil ya estaba clasificado).
Por lo mismo, el duelo entre Serbia y Suiza era de alto riesgo: ambos tienen chances de pasar a la ronda de los 16 mejores, pero los primeros también deben esperar que Camerún no le gane a Brasil. No obstante, fueron los helvéticos salieron con todo y sólo gran atajada de Vanja Milinković-Savić evitó que abrieran la cuenta en el inicio del compromiso.
Más, el fútbol le daría una doble revancha, porque a los once minutos el palo salvó su arco y nueve minutos después Xherdan Shaqiri toma una pelota que andaba merodeando en el área contraria y con un gran remate rasante, mete la pelota en el primer palo. Era la apertura de la cuenta.
Pero cuando los suizos aun celebraban, su rival no se dejó amilanar y materializaron en el tablero su mejor juego. ¿Cómo? Con una gran anotación de Aleksandar Mitrovic, el cual marcó de cabeza luego de la asistencia de Dusan Tadic (25′).
Y esa inyección anímica hizo que el equipo que vistió de rojo en esta oportunidad despertara definitivamente y que los de blancos sintieran el golpe. Por lo que rápidamente llegó el segundo y la ilusión para los otroras yugoslavos: Dusan Vlahovic aprovechó todas las licencias que le dio la defensa contraria y remató con la izquierda, para hacer estéril la volada de Gregor Kobel.
¿Quedaba todo definido? Para nada, porque Breel Embolo puso un derechazo junto al palo izquierdo e igualó la cuenta justo cuando se iban a ir al descanso. Y ambos equipos se lo merecían, pues han protagonizado una de las definiciones más infartantes de este Mundial.
Y para la suerte de las y los amantes del fútbol, el entretiempo no bajó las revoluciones. Es más, las aceleró. Porque Suiza también quiso dar vuelta el tablero y con un gol de antología de Remo Freuler a los 48′, puso el 3-2 y definitivamente elevó este choque a esa categoría que los más antiguos definían como “no apta para cardíacos”. El mismo que terminó con un abrazo entre los suizos, pues clasificaron a la siguiente ronda y ahora van a enfrentar a Portugal.