Emiliano Martínez fue uno de los héroes de Argentina en el Mundial. Sin ir más lejos, en la final mostró toda su pericia al atajar un lanzamiento penal en la definición y al desplegar toda una estrategia, que incluso fue objeto de análisis sicológicos. Lo concreto es que el Dibu consiguió su objetivo y que hoy la Copa del Mundo se pasea por Argentina como un objeto de culto.
La actuación del arquero del Aston Villa tiene mucho de acierto, pero también bastante de preparación. En la antesala de cada encuentro, ningún detalle fue dejado al azar. Y en ese afán no solo trabajó el guardameta que terminó siendo premiado como el mejor del torneo y siendo criticado por el grosero gesto que realizó al recibir el trofeo. Se involucraron, además, los otros porteros a los que nominó Lionel Scaloni: Franco Armani y Gerónimo Rulli.
La receta
Armani es, de hecho, quien devela los factores que llevaron al exitoso término de la expedición. “Los arqueros analizamos al rival antes de cada partido, los posibles cambios, quiénes patean los penales. Al ver los videos tenemos los conocimientos de cómo definen los delanteros y otros jugadores en los penales. Un día antes practicamos. Los chicos se ponen a patear y lo tomábamos en serio. Gero Rulli y yo apoyamos al Dibu. Si veíamos algo se lo decíamos, y lo tomaba con total naturalidad. Formamos un grupo de trabajo muy lindo porque teníamos total confianza. Todo estaba estudiado”, sostiene el arquero de River Plate en una entrevista a TyC Sports.
El golero millonario también opinó acerca de las actitudes de Martínez en las definiciones. “Eran cosas naturales que le salían en el momento dentro de la cancha. Nada estaba premeditado”, estableció.
El portero está en la pretemporada con River Plate en Estados Unidos, lugar al que llevó la medalla que testimonia su condición de campeón del mundo, con el propósito de compartir el logro con sus compañeros. “Ellos también son partícipes. Tengo la medalla en mi habitación, guardada en la mochila, estoy muy feliz de haber conseguido esto”, sentenció.
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