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La alegría y la tristeza se mezclaron en el Estadio Nacional. Una vez finalizado el partido entre La Serena y Temuco, donde los granates sellaron su regreso a la Primera División mediante lanzamientos penales, ambas barras protagonizaron un violento enfrentamiento en el recinto de Ñuñoa.

Los ánimos estaban caldeados en el sector de la hinchada sureña, donde había amargura por la derrota. Ahí empezaron los problemas. Cuentan testigos que un grupo de barrabravas del elenco de la Araucanía quiso ir a atacar a la parcialidad papayera. En ese afán, lograron introducirse por una de las puertas de la avenida Marathon en búsqueda de un enfrentamiento.

Ahí fue cuando se encontraron con barristas papayeros, que celebraban su ascenso a la máxima categoría después de siete años de ausencia. Ambos grupos quedaron frente a frente. Solo estaban separados por vallas papales, las que eran custodiadas por el nuevo equipo de guardias robocop que contrató la ANFP, más algunos de primera categoría (vestidos con chaleco amarillo).

Pese a eso, se inició un violento enfrentamiento entre ambos grupos, como se puede apreciar en este video, donde se observa cómo son lanzados innumerables proyectiles desde un lado hacia el otro. Al final, los guardias de negro más los clásicos de amarillo lograron contener a ambas hinchadas e impidieron un enfrentamiento de proporciones.

Pese a la magnitud de la pelea, el saldo fue de solo un guardia herido, aunque no de gravedad, según indicó la ANFP.