Viotti: "A nadie se le pasó esto por la cabeza"

Rafael Viotti fue uno de los refuerzos para un Santiago Wanderers que se armó con un objetivo: la Operación Retorno. A cinco meses del inicio del proyecto, el equipo porteño está muy lejos de su objetivo. Último, con 11 puntos en 12 partidos. En el camino, Nicolás Córdova tuvo que partir. Lo reemplaza un histórico: Moisés Villarroel.

"Uno lo toma como una enfermedad que si no la curamos vamos a terminar mal. Somos autocríticos y sabemos que no hemos estado a la altura de este club. Tenemos que levantar el nivel. Como equipo no nos encontramos. No podemos meter esos tres partidos seguidos para acomodarnos en la tabla. Vamos últimos, pero no hay mucha diferencia entre nosotros y los que van más arriba", dice el ex delantero de La Calera, el único que se anima a dar la cara. Sus compañeros se niegan a las entrevistas individuales.

¿Por qué se llega a ese rendimiento?

Si tuviéramos la solución, la pondríamos encima de la mesa. Nadie tiene respuestas. Al grupo lo veo dolido. Somos hombres y tenemos que poner la cara en este momento difícil. Nadie quiere vivir esto. A nadie se le pasó por la cabeza.

En el camino, se va Nicolás Córdova ¿por qué nunca se lograron plasmar sus ideas?

Es un excelente técnico, que tiene todo para seguir creciendo. Hoy estamos con el profe Villa, excelente persona y profesional. Y a él le debe doler más que a todos los demás lo que pasa. Esto es fútbol. A veces las cosas no resultan. Pero si llegamos a ganarle a Cobresal y Cobreloa no se hablaría más de esto.Pero que no piensen que el camarín está roto. Hemos tocado fondo.

¿Qué responsabilidad asumen los experimentados?

Muchos de los que se quedaron hicieron un gran esfuerzo para quedarse, les bajaron el sueldo, quieren mucho al club y deben estar pasándolo mal. Yo vine a Wanderers porque es un club grande, que me iba a dar la opción de pelear. El convencimiento todavía está. No podemos perder más, pero creo que vamos a pelear por la liguilla

Hace poco, un grupo de hinchas incluso les robó en una práctica.

El hincha es hincha. En nosotros está que pase una buena semana o una mala semana. No puedo decir nada de la gente. Vamos últimos y van a la cancha. El hincha piensa con el corazón. Nosotros sabemos que estamos en falta con ellos, con los dirigentes y con nosotros mismos.

¿Qué sienten cuando transitan por Valparaíso? ¿Reproche o respaldo?

La gente de Wanderers siempre está. Van a Puerto Montt, a Valdivia. A la gente no se le puede recriminar nada. Depende de nosotros darles una buena o una mala semana.

El día de la invasión de los hinchas a la práctica, ¿sintieron miedo?

Vengo de un fútbol que es distinto a éste, en el que si andas mal es algo común. No lo tomo como una presión, trabajo en lo que me gusta. Donde me crié, donde nací, es algo común. Tampoco uno va a decir que es normal que pasen esas cosas, pero las he vivido. Una vez en San Telmo vi que una persona entró con un revólver a la cancha. Había hijos de compañeros y apuntaba. Acá es primera vez que me pasa, pero refleja lo que vive el equipo. Ya somos grandes. Uno sabe cómo tiene que tomarlo. Somos autocríticos y sabemos que tenemos que sacar esto adelante. Capaz que en diciembre estemos festejando el ascenso. Quién sabe.

Moisés Villarroel dijo que era una vergüenza no poder darles alegría a los hinchas ¿Comparte sus dichos?

Para mí lo que diga 'Villa' es palabra mayor. Es el símbolo del club. Yo no puedo decir lo que significa para Wanderers. Conoce este club, sabe como la gente quiere jugar. Yo quiero estar, aunque no esté al cien. El profe se está jugando mucho.