La desconcentración de la defensa y un error de Julio Fierro, quizás, fueron demasiado castigo para un improvisado y juvenil equipo de Colo Colo.
Pero la actitud de Lautaro Palacios (46′) y Fabián Torres (55′), quienes no celebraron sus goles con ímpetu, fue un bálsamo para los chicos que -de un día para otro- tuvieron que asumir la misión de defender el honor del puntero del Torneo.
Atrás quedaban las polémicas de Blanco y Negro con la ANFP, por la no suspensión del encuentro. Y en la cancha de Rancagua se plasmaba la profecía de aquellos que daban por sentado que Audax Italiano se quedaría con los tres puntos ante una institución diezmada por el coronavirus.
“Quiero darle todo el mérito al equipo de Colo Colo. Hicieron un gran esfuerzo, estuvieron a la altura y quedó demostrado que estos chicos pueden estar a la par de cualquiera”, aseveró el itálico Gonzalo Alvarez a TNT Sports.
Pero su entrenador, Pablo Sánchez fue más allá y aseguró que la decisión de disputar el encuentro se tomó en el Consejo de Presidentes. “Yo sé que hay mucha gente del Colo que está molesta, pero esto es una disposición de la ANFP y había que jugar. Y en todo caso, si algunos dirigentes creen que no había que jugarlo se tienen que poner de acuerdo y que no se juegue, pero en su momento se pusieron de acuerdo para que sí se juegue”.
Luego felicitó a los futbolistas que representaron al Cacique y reflexionó: “Les avisaron momentos antes de que iban a jugar y los felicito, porque nos hicieron un gran partido y nos pusieron las cosas difíciles”.
En le otro lado de la vereda, uno de los pocos experimentados del Popular -Jeyson Rojas- confesó que “no esperábamos jugar y tuvimos que arreglarnos con lo que había... Y los chiquillos dieron todo al máximo”.
Enseguida el defensa reveló que “supimos anoche (miércoles) que nos tocaba jugar y que había que arreglárselas como fuera. No esperábamos que nos quitaran los jugadores y que perdiéramos puntos en la parte final del campeonato. Pero nos den por muertos, porque la vamos a pelear”.
Por último, el también improvisado entrenador del puntero del Torneo, Eduardo Rubio, soltó que “es un milagro que hayamos juntado a tantos chicos, porque siempre nos fueron poniendo piedras. Estamos contentos de lo que logramos en tan poco tiempo y lamentablemente es una ventaja que no deberíamos dar, pero nos sentimos muy orgullosos de los chicos”.