El 30 de mayo, Martín Vargas sufrió un grave accidente en las cercanía de su casa, en Maipú. El histórico exboxeador fue atropellado por una moto. Se le trasladó rápidamente a un hospital, y la noticia se expandió rápidamente por el país. Tras estos hechos, el nacido en Osorno terminó con cuatro costillas fracturadas. Ahora, a más de un mes de lo sucedido, está agradecido por estar vivo.
El exdeportista, en una entrevista concedida a LUN, contó detalles de lo que pasó esa tarde: “Con el pencazo volé como 20 metros. Y doy gracias a Dios porque vencí a la muerte, aunque muchos han dicho: ‘El hueón tuvo suerte y quedó vivo’. Pasé unos momentos críticos, aunque lo más importante es estar bien después de estar metido en el hoyo”. En sus palabras se evidencia que está con mejor humor, porque hasta se dio el espacio para bromear: “Soy duro de matar”.
Además, siente que su evolución hasta esta fecha ha sido positiva: “Es una satisfacción estar recuperándome luego del estado en que quedé, pero gracias a los cuidados de mi familia ya estoy mejor. Esta es la peor pelea que tuve en mi vida, pero le gané a la muerte. Eso sí, todavía me duele”.
Quiere volver a hacer su vida
Claro que, a pesar de esta rápida recuperación, Vargas reconoce que está muy ansioso por volver a hacer las actividades que efectuaba antes del atropello, especialmente las vinculadas al boxeo: “Volver a mi proyecto con los chicos. Tengo mis alumnos y además del deporte me gusta enseñarles que sean educados, respetuosos, que cedan el asiento a los mayores”.
Por otra parte, en los últimos días el empresario Leonardo Farkas anunció a través de las redes sociales que le iba a depositar dos millones de pesos a Vargas para sus gastos, algo que su hija agradeció: “Sería maravilloso su apoyo, porque el sistema público se demora mucho. Recién para octubre conseguimos hora con un neurólogo, y su respaldo es bienvenido para que podamos hacerle todos los exámenes y que lo vea un especialista”.
