Lo primero que hizo Eduardo Berizzo, cuando llegó a Chile el sábado pasado, fue recorrer las instalaciones de Juan Pinto Durán. En dicha visita, el nuevo entrenador de la selección chilena se llenó de nostalgia y se dio cuenta que nada había cambiado desde que, como ayudante de Marcelo Bielsa, estuvo por primera vez en dicho lugar. “Lo encontré igual como me fui, igual de correcto y pulcro”, aseguró, diplomáticamente, en su presentación oficial. Y si bien el argentino desea involucrarse en el proyecto que busca una nueva casa para la Roja, su laboratorio estará ubicado en el complejo deportivo enclavado en Macul, cuya infraestructura cada vez se vuelve más obsoleta. No hay más, por ahora.

Y será allí donde el hombre que saliera campeón con O’Higgins, en 2013, implementará su proyecto para levantar a la selección chilena, tras seis años de fracasos. ¿Cómo? A punta de trabajo. Entrenando más allá de los días que la FIFA tiene destinados para los trabajos con los combinados nacionales, tal como lo hizo Marcelo Bielsa, su gran maestro, cuando fue fichado por Harold Mayne-Nicholls, hace 15 años.

El Toto tiene clarísimo que no existe otra forma de traspasar sus ideas. “Mientras más tiempo pasen los jugadores contigo, se plasma más y mejor tu idea de juego”, sentenció, categórico, el sucesor de Martín Lasarte. Lo sabe muy bien, ya que como asistente del rosarino en la Roja fue testigo privilegiado de cómo su método de trabajo le dio grandes resultados en aquel proceso, con una camada de jugadores jóvenes a los que llamaba “pichones”, y que terminaron siendo la base de la Generación Dorada.

Por eso, apenas vuelva de la Copa Kirin en Japón, Berizzo implementará numerosos microciclos con los futbolistas que le parezcan adecuados. Eso sí, en ese paso, marcará una diferencia respecto de su mentor: antes de la citaciones, el extécnico del Celta de Vigo, Sevilla y Athletic de Bilbao se reunirá con los entrenadores de los clubes nacionales para evitar los problemas que alguna vez tuvo Bielsa, cuando realizó el mismo ejercicio de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.

“Haré varias reuniones con mis colegas, para conocer sus calendarios y planificaciones y así poder encontrar espacios para que los jugadores vengan a la Selección”, dijo el transandino, durante su presentación como flamante seleccionador nacional, en la que estuvo acompañado por Francis Cagigao, director deportivo de la Federación de Fútbol de Chile (FFCh).

Eduardo Berizzo, en su presentación como seleccionador nacional (Foto: Agencia Uno)

El anhelado recambio

El otro objetivo que tiene el Toto en su nuevo puesto es lograr el anhelado recambio de la Generación Dorada. El exDT de Estudiantes de La Plata sabe que no contará con Claudio Bravo para el Mundial 2026 -ya que el meta llegaría con 43 años- y que Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel ya no tendrán el alto rendimiento que alguna vez lucieron en las principales ligas de Europa.

En ese proceso, el Toto se apoyará en el trabajo conjunto con su colega de la Roja Sub 20, Patricio Ormazábal, para ir sumando talento joven a sus entrenamientos con el primer equipo. Trabajarán de la mano. “Me voy a apoyar mucho en el trabajo de la Sub 20 y en los cuerpos técnicos de menores, porque son los que conocen a los nuevos talentos. Soy respetuoso de mis colegas. Tomaré su opinión y trabajaremos juntos”, detalló.

El ex central de Newell’s y River Plate no se quedará sólo en eso, pues buscará nuevos valores a lo largo del país para potenciar a las selecciones del futuro. Y si esos nuevos talentos son encontrados en regiones, se les enviará material audiovisual para que vayan practicando los movimientos y aprendiendo la filosofía de juego de Berizzo, para que tengan un conocimiento avanzado del sistema de juego del argentino, cuando llegue el momento de entrenar en el complejo Juan Pinto Durán.

Lo mismo hará Berizzo y su cuerpo técnico con los jugadores que militan en el extranjero, para no perder tiempo en los pocos días que se obtienen gracias a las fechas FIFA. ¿Habrá amistosos? La Federación ya está negociando diversos partidos amistosos para la Roja en el extranjero y en suelo nacional, pero todo esto dependerá de la resolución de la FIFA con respecto al caso Byron Castillo. Y claro, porque si esto se define a favor de Chile, todo el proceso se debe acelerar para llegar mejor preparados al Mundial de Qatar 2022.

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