Solo 48 horas separan a Argentina de una nueva final del Mundo. Una instancia de gran importancia para los dirigidos por Lionel Scaloni, quienes buscan lograr la tercera estrella planetaria para su selección. El principal rival para aquello, será Kylian Mbappé, quien llega encendido a a definición.
Por eso el cuerpo técnico trasandino busca el mejor planteamiento posible para el duelo. Saben que defender al crack del PSG se hace muy complejo y los entrenamientos previos han ido dirigidos en tratar de encontrarle respuesta a ese desafío.
Este viernes, por ejemplo, en la primera práctica post semifinales, el DT argentino comenzó probando un 5-3-2. La formación con la que debutó en este Mundial ante Arabia Saudita y con la que logró la clasificación a la ronda de los cuatro mejores frente a Países Bajos.
Una formación que también trae de vuelta al equipo titular a Acuña, quien no pudo jugar ante Croacia por acumulación de amarillas. En ese planteamiento el once sería: Dibu Martínez; Molina, Cuti Romero, Otamendi, Lisandro Martínez, Acuña; De Paul, Enzo Fernández, Mac Allister; Messi y Julián Alvarez.
Con esto lograría agrupar a varios hombres en defensa con el objetivo de detener los ataques de Kylian Mbappé, quien con espacios puede ser muy dañino para la selección sudamericana.
Pero Scaloni no se quedó ahí y buscó más fórmulas. Tras probar la línea de cinco, el entrenador utilizó un 4-3-3 en donde la gran novedad era la vuelta de Ángel Di María tras sus problemas físicos. Eso sí, jugar con cuatro defensores también provocaría las salidas de Lisandro Martínez y Nahuel Molina para que ingresen el de la Juventus y Gonzalo Montiel.
Finalmente, el técnico probó con un 4-4-2, misma formación con la que lograron el paso a la final tras vencer a Croacia en semifinales. El sábado será la última oportunidad para pensar en cambios de cara a la gran final de este domingo.