Los hinchas de Universidad de Chile no soportaron una nueva derrota. Esta vez, frente a Universidad Católica, uno de sus clásicos rivales, el equipo de Diego López fue goleado por 3-0, en el duelo que marcó el retorno de los fanáticos al Estadio Nacional.
La rabia de los seguidores laicos se hizo sentir desde el inicio del encuentro. Se explica por una campaña que los tiene a un punto del descenso. Le dedicaron cánticos a Azul Azul, la concesionaria que maneja el presente y futuro de la institución. Les repiten, una y otra vez, que no los quiere nadie. Al mismo tiempo, una decena de hinchas salta al campo de juego, en una invasión que no contó con la oposición necesaria para contenerla por parte de la seguridad.
Las imágenes de la transmisión oficial del encuentro serán la mejor prueba para pedir castigos contra Universidad de Chile. De entrada, se observa a un fanático hincha de la U pegándole una patada voladora a un guardia, que lo deja en el piso. Antes, ya habían dañado el Memorial de los Detenidos Desaparecidos.
Durante la invasión, que obligó a los futbolistas a salir rápidamente del campo de juego, la situación estuvo cerca de pasar a mayores. A Luciano Aued, un hincha de la U le pegó un puntapié. El argentino no reaccionó y solo atinó a apurar su recorrido. Yonathan Andía, en tanto, es encarado con por un fanático, con el que incluso se da unos empujones. El mismo hincha después tiene un entrevero con Ronnie Fernández, con quien finalmente termina dándose la mano.
Lo cierto es que el mal comportamiento de la parcialidad estudiantil traerá consecuencias. Una vez que se conozca el informe del juez Julio Bascuñán, el Tribunal de Disciplina citará a Azul Azul para exigirle explicaciones. Y, según las sanciones estipuladas para las infracciones que se observaron el sábado, el club laico podría recibir un castigo de hasta cinco encuentros sin público local. Además, los de La Cisterna deberán asumir una multa que llega hasta las 100 UTM ($5.877.200).
Frente a tal castigo, los dirigidos por López miran su calendario para sacar cuentas. A los azules les quedan apenas cuatro partidos como locales, que podrían jugarlos sin público. Coquimbo Unido, Audax Italiano, Everton y Cobresal aparecen en el horizonte.
Estadio Seguro reaccionó y emitió un comunicado por los hechos de violencia. “Condenamos los actos delictivos e irresponsables, y mantenemos la convicción de que la recuperación de los espacios públicos, objetivo de nuestro Gobierno, debe ir de la mano con la implementación de las medidas correspondientes para todas y todos quienes desean disfrutar pacíficamente de un evento deportivo”, comienza la nota.
“Lamentamos profundamente los incidentes finales ocurridos en el Estadio Nacional, como también la vulneración de un espacio de importancia histórica como es el Memorial de los Detenidos Desaparecidos”, añade el ente encargado de velar por la seguridad en los espacios deportivos, actualmente bajo el mando de la periodista Pamela Venegas.
“La irrupción de individuos al terreno de juego, la activación de extintores en la pista de recortán y su posterior lanzamiento al terreno de juego, como también las presiones indebidas sobre jugadores cuando hacían abandono de la cancha, empañaron un espectáculo que se desarrollaba con tranquilidad y que permitió a más de 23 mil personas disfrutar de una jornada doble, que implicó la anhelada reapertura del principal recinto deportivo del país”, cierra.
Desde la concesionaria azul también condenaron los hechos. “No podemos quedar impávidos frente a los incidentes que se produjeron una vez terminado el partido en el Estadio Nacional, que incluyó una lamentable invasión de un grupo de individuos a la cancha, lo que implicó una amenaza para nuestros jugadores y también para los rivales. Al mismo tiempo, repudiamos los ataques que recibieron los guardias privados que fueron contratados para la jornada, ejemplificados en una patada cobarde que recibió uno de estos funcionarios mientras intentaba dialogar con los violentos que saltaron a la pista desde las graderías”, indica la misiva.
“Nada justifica estos actos vandálicos, bajo ningún contexto. Los condenamos profundamente, porque dañan el trabajo de cientos de personas que se esforzaron por entregar a nuestros fanáticos la mejor organización, pensando en que era nuestro regreso al principal recinto deportivo del país”, agrega.