La llegada de Walter Coyette (43) a Unión La Calera se cerró de un día para otro. El acercamiento de Christian Bragarnik, su representante, de estrecha relación con el cuadro cementero, de mucha influencia, sirvió para allanar el camino. Su arribo remeció al medio. La salida de Francisco Meneghini sorprendió a todos. Más aún cuando había encaramado al equipo a las primeras posiciones, en un semestre en la que su propuesta se ganó aplausos. Coyette recibe a La Tercera en el Nicolás Chahuán. Lo hace justo después de la charla que dictó la ANFP al plantel cementero para explicar el uso del VAR. Hoy dirige su segundo partido en el equipo, ante O'Higgins.
¿Cómo afronta su primera experiencia fuera de Argentina como entrenador?
Con muchas ganas de hacer las cosas bien. Somos un cuerpo técnico joven. Venir a un fútbol competitivo como el chileno nos va a hacer crecer y trataremos de aportar la experiencia que también tuvimos en el fútbol argentino.
¿Qué aprendizaje sacó de sus pasos por San Juan y Tucumán, donde no tuvo buenos resultados?
Todo es aprendizaje. Desde que arranqué en Chacarita y las cosas fueron bien; hasta estos últimos equipos, donde no salió como uno quisiera. Cada momento vivido deja enseñanzas y este recorrido no tengo dudas que nos hará crecer.
¿Qué sabía de Unión La Calera?
Siendo sincero, no mucho. Esta posibilidad apareció hace poco tiempo, fue todo rápido. Cuando apareció, empecé a interiorizarme de todo lo que es el club, la ciudad, lo que uno puede averiguar. Luego, cuando se concretó, ya empezamos a fijarnos en el equipo y el juego.
Christian Bragarnik es su representante. ¿Llega solo por su influencia en el club calerano?
A todos los clubes, tanto en San Juan como en Tucumán y acá, me llevó él como representante. Salvo en mi inicio en Chacarita, él está al tanto de lo que es mi carrera. Yo me dedico a hacer mi trabajo como entrenador.
¿Qué le parece la influencia de los empresarios en el fútbol?
Es un tema más complejo. Para hablar de eso hay que empaparse y saber bien qué hacen y qué no.
¿Lo sorprendió la salida de Paqui?
En el fútbol no me sorprende nada. Yo también he tenido experiencias en que me ha tocado hacer buenas campañas y por tres o cuatro partidos los directivos toman este tipo de decisiones. Siempre creo que lo ideal es mantener el proceso, pero el fútbol va hacia esta tendencia de obsesionarse con los resultados y dejar los procesos de lado.
A Paqui lo echaron con una buena campaña ¿Siente presión por la inestabilidad del cargo que ahora ocupa?
Los entrenadores sabemos que convivimos con esto. Más allá de que uno trabaje, se dedique o tenga un buen vínculo con los jugadores, lo que te sostiene son los resultados. Pero pasa en todos lados. Hay que saber convivir con eso.
¿Va a tratar de mantener la identidad de juego que caracterizó a La Calera de Paqui?
Es algo que me gusta. Lo que vi del equipo con Paqui es que intentaba ser protagonista desde el balón. Sí he notado que le faltaba algo de profundidad. A todo eso bueno que tiene de mitad de cancha para atrás en la salida, tratar de potenciarlo de mitad de cancha para adelante. Ser un poco más punzante en el sentido de traducir toda la organización buena que tiene el equipo, plasmarla en más situaciones de gol.
¿Se puede hacer eso en poco tiempo de trabajo?
Es lo que vamos a intentar y exigir. Como todo proceso lleva un tiempo de adaptación, pero los jugadores saben a lo que vinimos.
Están vivos en la Copa Chile y mantienen aspiraciones de clasificar a una copa en el campeonato. ¿Van por todo o privilegiarán alguno?
La idea del club, por los jugadores que tenemos, es enfocarnos en las dos competencias.
¿Qué técnicos lo marcaron en su carrera?
He tenido bastantes. Pekerman en las juveniles, de quien adopté muchas cosas. Y muchos más como Lavolpe, Cúper, Mohamed. El mismo Ricardo Gareca lo he tenido. Y a Hugo Tocalli también en juveniles. Todos me han dejado cosas importantes y uno va tomando lo mejor de acuerdo con mi criterio.