"Se van o se mueren", decía uno de los rayados con los que amaneció la sede de Santiago Wanderers. Todo esto sería apenas la antesala de una jornada negra para el Decano, la que finalizó con los barristas invadiendo el Complejo Deportivo de Mantagua, lugar en donde se entrena el equipo y en el que los jugadores y el cuerpo técnico, incluido Nicolás Córdova, fueron 'apretados' por los fanáticos producto de la mala campaña que registran en la Primera B.

Ante estos hechos, la dirigencia del club emitió un comunicado en el que condena lo ocurrido: "Queremos hacer público nuestro malestar e indignación. Condenamos enfáticamente el accionar de estas personas y queremos extender desde ya nuestro más sincero apoyo a todos los jugadores e integrantes del cuerpo técnico, quienes debieron enfrentar esta delicada situación".

El mal comportamiento no es algo nuevo en los exaltados caturros. Este año, en la final de la Supercopa que disputaron con Colo Colo el 26 de enero, fueron protagonistas de serios incidentes en el Estadio Nacional. En 2015, la historia, ante el mismo rival, fue todavía peor. El pasto del Estadio Elías Figueroa fue un campo de batalla entre ambas hinchadas, mientras la ciudad prácticamente estuvo sitiada por las barras.

Dentro de la cancha el equipo hoy no responde. Por más que el ex adiestrador de Palestino prueba fórmulas, éstas no resultan y ya acumulan tres partidos sin poder convertir y cuatro derrotas consecutivas (incluyendo Copa Libertadores y Primera B), las que los ubican en el 13º puesto, con apenas cuatro unidades. Este mal momento en el juego ha desatado más dudas que certezas en el ámbito dirigencial, con la renuncia hace algunos días del ex presidente Jorge Lafrentz, quien estuvo más de 10 años en el cargo.

Para colmo, las declaraciones del Presidente de la Corporación, Mario Oyer, poco contribuyeron a calmar el ambiente: "A Nicolás (Córdova) se le pidió un gesto por el bien del club y no aceptó. Rafael González (actual presidente de la institución) no me dijo derechamente si le había pedido que renunciara, pero me parece evidente que ese era el camino que se debía tomar", expresó.

Pese a estas palabras, Córdova no se daba por aludido en la conferencia de prensa de este jueves: "Tuve una reunión con todos y todo lo contrario. El club cree que podemos dar vuelta esta situación", desmintiendo lo dicho por González. Y añadió: "Tengo claro que el no ganar genera malos humores y obviamente ellos están en su derecho de hacer peticiones (los dirigentes). Lo tomo con suma tranquilidad, porque finalmente han sido respetuosos".

Los verdes no ganan desde el 6 de febrero e intentarán salir de esa mala racha ante Copiapó en el norte, el fin de semana subsiguiente.