Se lo ganaron todo mientras ambos militaban en el Manchester United: tres Premier League, una Copa de la Liga, una Community Shield, una Champions League y un Mundial de Clubes. Pero a Wayne Rooney -al parecer- no le simpatizaba Cristiano Ronaldo.
O al menos eso es lo que se puede desprender de la entrevista que el ex atacante le otorgó al diario The Sun y donde aseguró que el ídolo de los Diablos Rojos “era tan bueno y tan jodidamente molesto al mismo tiempo. Probablemente no sea tan bueno ahora, pero seguramente siga siendo igual de molesto”.
¿Este sentimiento habrá en el polémico Inglaterra-Portugal del Mundial de Alemania (2006), donde Rooney fue expulsado por supuesta falta a CR7? Según el aludido, no. “Le gusta tirarse. Pero no tuve ningún problema con Cristiano en absoluto. Hablé con él en el túnel y le dije: ‘No tengo ningún problema con que me hayan expulsado’. Yo había estado intentando que le sacaran amarilla por tirarse toda la primera parte”, detalló. Claro que si se enfrentaban, lo daba todo por vencer al cinco veces ganador de la Champions. “Yo soy inglés, él es portugués. Cuando estamos jugando, me importa una mierda. Él no era mi compañero. Pero cuando terminábamos, éramos compañeros de nuevo”, sostuvo.
Pero no sólo con Cristiano, tenía diferencias el emblema del United. También tuvo palabras para Rio Ferdinand, de quien dijo que “es top, pero arrogante”. Claro que no se quedó sólo en eso, también recordó un diálogo qye se dio entre ambos: “‘A ti te pagan por meter el balón, así que hazlo’, me decía. Yo le contestaba: ‘Haz tu trabajo y dame el balón a mí o a Cristiano. Deja de hacerte el tonto’. Rio es top, pero a veces se le olvidaba que era defensor”.
Pero como no todo podía ser mala vibra, Rooney tuvo elogios para Carlos Tevez. “Durante dos años adoraba jugar con él. Solía recogerle de su casa para los partidos de Champions y le llevaba al aeropuerto. Jugábamos y volvíamos. Sinceramente, creo que hablé con él 30 minutos y no tenía ni idea de lo que decía. Sólo murmuraba. Mira que yo no soy un gran orador y pensaba “mierda, está susurrando y no entiendo nada. Estaba fatal”, concluyó.