Wayne Rooney tuvo su partido de despedida con la selección inglesa.  El equipo Británico le gano cómodamente a Estados Unidos por 3-0. El encuentro se disputo en el estadio de Wembley y fue una noche especial para el ex jugador del Manchester United.

Desde su debut el 12 de febrero de 2003, Rooney ha sido el emblema de Inglaterra. 119 veces internacional, solo por detrás de las 125 presencias de Peter Shilton. Y lo más importante, 53 goles. El máximo goleador inglés de la historia. Con tres Mundiales y tres Eurocopas a sus espaldas, el delantero comandó a los suyos durante casi 14 años. Por tanto, se merecía como pocos un partido de despedida.

El encuentro inició con mucha intensidad. El conjunto local presionaba la salida norteamericana para robar la pelota y generar peligro. Los goles llegaron rápido y seguidos. El primero, a los 25 minutos de la primera parte, luego de un gran remate de Lingard que se incrustó en el ángulo. Inatajable para el portero de EEUU. Dos minutos después, Alexander-Arnold disparó cruzado y elevo la ventaja en el marcador.

En la segunda mitad, lo que todos esperaban. Vinieron los cambios y entró Wayne Rooney. Con la 10 en la espalda y la cinta de capitán. El delantero fue ovacionado en cada contacto con el balón y jugó bastante bien. Estuvo fino en los pases y en los controles.

En el minuto 78, Callum Wilson selló el resultado para los británicos que no pasaron sobresaltos. En el epilogo, los compañeros trataban de generarle alguna situación a Rooney para que se despidiera con un gol. Lamentablemente no se pudo, pero eso no quita todo lo que aportó el ariete en su gran etapa concomo el gran emblema de la selección en los últimos 14 años.