No fue el mejor partido de fútbol, tampoco una victoria con amplia dominación, pero fue merecida. El West Ham de Manuel Pellegrini venció por 1-0 al Arsenal y se quedó con el Derby de Londres, algo que no sucedía desde el 2006.

Los Hammers aprovecharon la irregularidad del Arsenal como forasteros para quedarse con el triunfo. Unai Emery alineó, como tanto le han pedido los hinchas, a Lacazzette y Aubameyang en el ataque, pero tal comunión tuvo poco peso. El francés sí que puso a prueba a Fabianski a los 13', tras ingresar por el centro del área sin oposición, pero no hubo mucho más de dúo Gunner hasta la segunda mitad.

En la escuadra del Ingeniero, en cambio, el tridente impuesto por el chileno causó preocupación en el área rival. Nasri, en su primer partido de Premier League desde que abandonara el Manchester City en 2016, se hizo cargo del juego y se movió por todo el frente de ataque. Combinó con Felipe Anderson y Arnautovic, creando las mejores oportunidades para el cuadro local. Sin embargo, Leno nunca pasó zozobras.

La gran cantidad de ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo dieron fruto al inicio del segundo, tan solo tres minutos de haberse iniciado. Gracias a la presión, los Martillos consiguieron una seguidilla de córners que terminaron en la apertura de la cuenta por parte de Declan Rice, el joven diamante de Pellegrini en el mediocampo. Anderson, a los 48', centró al área por la derecha, pero la pelota fue rechaza. El problema para Emery fue que el balón le quedó a Nasri, quien rápidamente asistió al irlandés que de primera anotó el 1-0 merecido.

El técnico español hizo ingresar a Torreira y Ramsey y volcó el partido a su favor, pero sin encontrar el gol. Dos anotaciones les fueron anuladas justamente, cuando el equipo del técnico chileno lo pasaba peor. Sacó a Nasri y a Arnautovic, y colocó a Carrol y Obiang para mantener el balón. Y el espigado delantero le dio al equipo lo que necesitaba: control. Ganó cada pelota área, controló y generó juego, ademas de desbaratar acciones contraria de peligro.

En definitiva, un triunfazo para el West Ham, que se quedó con el tan preciado Derby de Londres ante uno de sus más feroces rivales. Sigue subiendo posiciones, ya casi descarta el descenso y sigue ilusionándose con la Europa League