Otro desastre para Manuel Pellegrini. El West Ham perdió como local ante el Wolverhampton —equipo recién ascendido— por la cuenta mínima, y sumó su cuarta derrota consecutiva en la Premier League. Cero puntos de 12 para el Ingeniero, cuya continuidad en el club londinense se complica tras esta derrota.

Los peores 45 minutos de la temporada. El West Ham no hilaba dos pases consecutivos mientras que los Wolves, a trompicones y de manera desprolija, se apoderaban del balón. Solo el tiro de Felipe Anderson cuando comenzaba el complemento contaba como oportunidad de gol para los Hammers.

Otra vez Fabianski se lucía en el arco, salvando del desastre al equipo de Pellegrini. El mediocampo compeusto por Wilshere y Carlos Sánchez quitaba poco y nada, lo que permitía la fácil incursión de Joao Moutinho. No obstante, y para respiro del Ingeniero, la visita no terminaba de finiquitar.

En el segundo tiempo Pellegrini quitó a Snodgrass e hizo ingresar a Yarmolenko, que al menos hizo desaparecer el aletargamiento con el que jugaban los martillos. Pero tal despertar solo era intermitente: las mejores oportunidades seguían siendo del Wolverhampton.

El empate favorecía a los amarillos, mientras que el punto para los londinenses era insuficiente. Si no hubiese sido por Raúl Jiménez, que falló solo ante Fabianski, el West Ham nuevamente se hubiese quedado sin nada.

Aunque también tuvieron los tres puntos. Arnautovic se creó de la nada un contragolpe que paró con la cara Rui Patricio. Fue lo último del West Ham, que pasó los diez minutos finales conteniendo las arremetidas de los lobos, más decididos en la búsqueda de la victoria.

Y la consiguieron. Cuando el partido desfallecía, cuando el punto parecía hasta favorable. Traoré aprovechó una asistencia luego de una pérdida de Sánchez y con un derechazo batió a Fabianskim silenciando al estadio de Londres. Cero puntos de doce para West Ham.