No era un día cualquiera para el submundo del Barcelona. Este sábado, fue el estreno como entrenador culé de un mito: Xavi Hernández. Luego de su salida anticipada del Al Sadd qatarí, el legendario número 6 tuvo su debut en la banca nada menos que en derbi de Cataluña. Fue con una sufrida victoria de 1-0 sobre el Espanyol, por la fecha 14 de LaLiga.
Aunque solo se trate del primer partido para el flamante técnico, se ven algunas de las ideas de Xavi. Lo primero tiene que ver con el esquema. Apuesta por el clásico 4-3-3, dibujo característico del ADN culé. Dos de los tres atacantes titulares del Barcelona tienen 17 años: Gavi e Iliás Akhomach. Este último fue la principal novedad planteada por el DT. Si ambos fueron por las puntas, por el medio se estacionaba Memphis Depay.
Además del esquema, el Barcelona vuelve a tener como pilar la posesión de balón para la generación de juego, un sello impuestpo desde la era Guardiola. El primer tiempo terminó con el 70% de tenencia para los azulgranas, aunque sin gol. Ese tanto llegó al inicio del complemento, tras el cobro de un penal. El neerlandés Memphis Depay cobra desde los 12 pasos y bate al golero Diego López.
Con el paso de los minutos, la superioridad del Barcelona se fue diluyendo y los Periquitos comenzaron a atacar más. Tuvieron varias ocasiones claras para empatar, pero fueron incapaces de concretar ante el arco de Ter Stegen.
El ajustado triunfo le permite al Barcelona quedar en el sexto puesto de la tabla, con 20 puntos, a uno del Betis, que juega este domingo visitando al Elche. Este martes, Xavi tendrá su primera exigencia mayor porque su elenco recibe al Benfica por la Champions League y los tres puntos asoman como fundamentales para seguir con vida de cara a la clasificación para los octavos de final.