Y también hay fútbol: los cinco elementos de Defensa y Justicia que amenazan a Coquimbo

Por fin se acabó la espera. Esta tarde, Coquimbo Unido comenzará la semifinal de la Copa Sudamericana frente a Defensa y Justicia. La serie has estado llena de historias fuera de la cancha. Positivos por Covid, cambios de sede y el traslado hasta de país han marcado el inicio de una llave en la que de lo menos se ha hablado ha sido de fútbol.

El equipo de Hernán Crespo, quien en una temporada ha logrado transmitirle una impronta ganadora a una escuadra que no figura entre las más importantes del fútbol argentino, ofrece varias características a las que el equipo de Juan José Ribera deberá estar atento.

El ataque del Halcón de Varela es, sin duda, su principal cualidad. La delantera que componen Walter Bou, Braian Romero y Miguel Merentiel le ofrece a Crespo distintas características, aunque lo fundamental es la efectividad frente al arco rival. Romero es el goleador del equipo, con 10 goles sobre 16 encuentros disputados. Además se luce en los torneos internaciones. En la Sudamericana lleva seis anotaciones en igual número de encuentros. En la Copa Libertadores, marcó otros tres. Merentiel es su acompañante, aunque también es capaz de asumir el protagonismo en el centro del ataque. De Bou, quien en Chile jugó en Unión La Calera, hay que destacar que llegó específicamente para reforzar al equipo en el torneo continental, aunque no ha podido marcar.

La idea de Valdanito, como le apodan a Crespo desde su época de jugador, procura sacarle provecho a un plantel que, por sus diferencias económicas con los grandes del fútbol transandino, no tiene grandes figuras. Puede jugar con tres o cuatro defensores y en la ofensiva hay veces que emplea dos delanteros y otras en las que se inclina por un tridente ofensivo. La elección depende, naturalmente, de las características del rival que tenga enfrente, por lo que la flexibilidad ya es una diferencia respecto de otros entrenadores más dogmáticos. Lo que no transa Crespo es el buen trato del balón, incluso dese el fondo. Una de sus ideas básicas es que la salida limpia debe comenzar incluso desde el arco.

La presencia de Crespo en la banca es, incluso al margen de sus ideas futbolísticas, un elemento importante. A los 45 años, disfruta desde un rol diferente al de su exitosa carrera como futbolista. Producto de la prolífica cantera de River Plate (ganó la Libertadores de 1996 con los millonarios), brilló en Europa. El Parma, la Lazio, el Inter, el Chelsea y el Milan conocieron de su capacidad anotadora. Es el cuarto goleador histórico de la Albiceleste, con 35 tantos en 64 partidos. Es considerado uno de los entrenadores prometedores. Le gusta atacar y su prioridad está lejos del área propia. Hay quienes le critican cierto desbalance defensivo. Apuesta mucho por el juego por las bandas y meter mucha gente en ataque.

Se para con cuatro, dos laterales y dos centrales. La línea de cuatro no se transa. En repliegue, se forma un 4-4-2. Los dos extremos, Camacho y Merentiel, se suman a las labores defensivas. Pueden retroceder hasta 30 metros para apoyar el trabajo de los laterales. Esa situación se repetirá varias veces en el partido frente a Coquimbo, considerando la tendencia del equipo de Juan José Ribera de escalar por las bandas. Sin embargo, quienes han visto al equipo argentino con frecuencia reparan en que es una situación excepcional y que lo más probable es que los dos jugadores mencionados se sitúen más cerca de los defensores aurinegros que del campo propio.

Ezequiel Unsain se ganó la preferencia de Hernán Crespo por dos razones. La primera, fundamental para la propuesta futbolística: la capacidad para jugar de buena forma con los pies. La otra, su inteligencia y su permanente inquietud por instruirse y perfeccionarse. “El léxico lo tuve siempre, porque hice la secundaria de buena manera, la aproveché. Sabía que me iba a servir en lo deportivo. Considero que con la capacidad intelectual desarrollada un jugador profesional es más propenso a tomar buenas decisiones en el campo”, declaró hace un tiempo al diario La Nación, de Argentina. Unsain es más que la declaración de intenciones. Su biblioteca, por ejemplo, está llena de textos relacionados con el coaching y el liderazgo deportivo. Todos están relacionados para obtener una optimización del rendimiento y la toma de decisiones. Trato de que sea una lectura placentera y que me ayude a impulsar mi carrera”, explicó al mismo medio. Y, lo más importante, ataja. Los 1,88 metros que mide le permiten rendir con solidez en el juego aéreo.