Perú no lo pasa bien en las Eliminatorias Sudamericanas. Este martes cayó en casa por 2-0 ante Argentina y sumó su tercera derrota consecutiva en el camino mundialista, y la estadía del emblemático Juan Reynoso en la banca incaica parece estar acabada. Apenas un punto en cuatro jornadas y penúltimos en la tabla.
El gran verdugo de la selección peruana en esta fecha cuatro fue Lionel Messi. El rosarino marcó los dos tantos con que la albiceleste se impuso a la Bicolor y, de paso, se anotó con un nuevo registro en su ya impresionante carrera: alcanzó los 31 goles en Eliminatorias Sudamericanas, lo que lo transforma en el máximo goleador en la historia de esta competencia. Superó en ese ranking al uruguayo Luis Suárez, su amigo.
Una reacción insólita
Por lo mismo, más de un hincha peruano invadió la cancha una vez terminado el encuentro en Lima entre ambos seleccionados. La desazón de los futbolistas incaicos contrastaba con la locura de algunos de sus fanáticos, que corrían por el césped con tal de tener una foto con Messi.
Las fuerzas policiales no dieron a basto para contener a los hinchas que querían un recuerdo de la Pulga. Esta situación enfureció a uno de los referentes de Perú en los últimos años: se trata de Pedro Gallese.
El portero, que juega en el Orlando City de la MLS, liga en la que ahora está el 10 argentino, corrió para intentar bloquearle el paso a un fanático que se dirigía donde Lionel Messi. La persona fue alcanzada por la seguridad del estadio y mientras era capturada en el piso, Gallese, de manera insólita, le quitó el celular de las manos y lo arrojó lejos, en una reacción que está siendo ampliamente comentada en Perú.
“Se faltó el respeto”
Por supuesto, el meta no se pudo ir del país sin antes hablar sobre esta polémica. De hecho, lo hizo en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, en Lima, antes de tomar su vuelo de retorno a Estados Unidos. Ahí, Gallese intentó aclarar lo sucedido y culpó a los fanáticos: “Se dejaron llevar por la alegría de ver al mejor del mundo, y no saben que nos pueden perjudicar, tanto a la selección como a los hinchas. Puede cerrar el estadio y pueden no dejar ver a los verdaderos hinchas que vayan a alentar a la selección”.
Por último, justificó su reacción porque lo consideró una falta de respeto: “Mi acción fue porque sentí que se faltó el respeto a los colores de nuestro país”.