Alberto Abarza busca coronar su notable participación en los Juegos Paralímpicos de París con una tercera medalla, luego de sus bronces en 50 y 100 metros espalda. Este lunes asoma como desafío clave los 200 metros estilo libre, una de las pruebas favoritas y para la que él apuntó antes de la cita.

“Esto me lo tomé como un regalo, era la prueba que menos habíamos preparado, entramos quintos. Ver esto lleno, con mis hijas... Fabuloso. Es un regalo de Dios haber podido ya estar en París, poder obtener de nuevo el podio, ver la bandera chilena dentro de las tres primeras es un orgullo y que los demás niños los puedan hacer es un orgullo. Ahora estoy preparando el 200, que esa era la prueba a la que vine”, expresó el deportista tras subirse al podio por segunda vez.

Su entrenador, Cristián Espíndola, entrega las claves para despedirse con una tercera medalla. “Es un desafío difícil de la organización del evento en Paris 2024, ya que a diferencia de Tokio, su primera prueba era la misma, el 100 en espalda, pero la segunda prueba pasó a ser el 50 en el espalda, mientras que en Tokio había sido el 200. Era una prueba intermedia larga, entonces era muy desventajoso para su último evento. Ahora tuvimos dos pruebas un poco más cortas, que son más explosivas, que son desgastantes de alta intensidad, pero de las cuales te puedes recuperar bastante bien como para cerrar con un evento que sea más extenso, lo que es más estratégico”, detalla.

El resultado en 50 metros fue satisfactorio, pero la plata quedó muy cerca. “Nosotros igual quedamos con la sensación de que lo podríamos haber hecho mejor, pero estar en un megaevento con un recinto lleno de gente, igual te pone un desafío diferente. Hay que enfrentarlo del día a día. ¿Qué estamos pensando para el lunes? Que vamos a estar y lo vamos a dar todo igual”, sostiene.

Beto también es de la misma idea y apunta a subir la apuesta. “La preparamos, queremos pasar a la final y terminar esos 200 metros en que me voy a ahogar mucho, pero creo que se me abrió el apetito cuando vimos la pasada en el 100. Yo creo que podemos meternos entre los tres primeros de nuevo y creo que podemos pelear una medalla de otro color”.

Regalo divino

El entrenador del mejor deportista paralímpico chileno de todos los tiempos detalla por qué la estrategia inicial había sido apuntar hacia los 200. “Es porque donde su rendimiento durante el periodo anual, en las distintas competencias, nos permitió medirnos de mejor forma y proyectar que ese era el evento en el que podíamos ir a rescatar una presea. Considerando que desde Tokio a ahora ha pasado un buen tiempo, que nuestros rivales siguen mejorando y que nosotros también seguimos entrenando, pero tenemos quizás un factor en contra, que podría ser su enfermedad, a diferencia de los otros deportistas. Entonces, era poner las fichas en una prueba”, detalla.

En esa línea, complementa cómo fue esa postura. “No había que ser tan ambicioso u orgulloso y decir ‘vamos a sacar medalla en las tres’, sino que esto es por el rendimiento; buscar la forma también de que nos podamos defender de la mejor forma en cada uno de las pruebas, siendo las tres muy diferentes. Y dijimos, ‘bueno, ¿cuál es el? El 200′. Y planteamos la mentalidad en eso. Las dos medallas que ya llevamos son un regalo divino, muy bueno. Y estamos agradecidos totalmente de lo que sucedió”, sentencia.

De hecho, la primera parte del plan salió a la perfección, pues se metió en la final de la prueba con el tercer mejor tiempo, detrás del brasileño Gabriel dos Santos Araujo y el ruso Vladimir Danilenko. Estableció una marca de 4′14″71.

Con esa motivación y con una gran registro, Alberto Abarza buscará este lunes, a las 13.41, de Chile, colgarse su tercera medalla paralímpica en París y sumar la sexta de su carrera, logros que lo convierten con largueza en el para deportista chileno más exitoso de todos los tiempos.