Si había un puesto laboral seguro era el de Alex Ferguson en el Manchester United. El escocés era algo así como parte del inventario del club, en el que permaneció durante 40 años. En 2013, había puesto fin a su carrera como entrenador del club, función que desempeñó durante 26 años. Luego, se abocó a cargos honoríficos y ejecutivos: al momento de su salida, desempeñaba los cargos de embajador del club y de director.
The Athletic informa que los nuevos propietarios del club determinaron que había que reducir costos. Y que una buena opción para achicarlos era, precisamente, prescindir del octogenario funcionario.
Un nombre simbólico
Ferguson asumió la banca del Manchester United en noviembre de 1986, después de haber dirigido a la selección de Escocia. Antes, dirigió al East Stirlingshire, el Saint Mirren y el Aberdeen, todos en su país natal.
En los Diablos Rojos consiguió todos los títulos imaginables, entre los que destacan los 13 que alcanzó en la máxima categoría del fútbol inglés, aunque los más significativos fueron dos títulos de la Liga de Campeones de Europa, que logró en 1998-99 y en 2007-08. También celebró la obtención del Mundial de Clubes que se jugó en Japón en 2008.
Su trascendencia histórica la refuerza otro dato que, por cierto, en Old Trafford preferirían renovar: fue el técnico que condujo al equipo a su último título en la Premier League.
Después de dejar la banca, Ferguson se transformó en un visitante asiduo del estadio en que conoció la gloria. En 2011, el club determinó reconocer su importancia poniéndole su nombre a una de las tribunas del emblemático recinto deportivo.
Un ajuste de cinturón
Para hacerse una idea respecto del ajuste que dispuso la nueva administración del Manchester United, basta un dato decidor: el exentrenador es uno de los 250 trabajadores que debieron dejar la institución, una de las más poderosas económicamente hablando en el fútbol mundial, para que los números vuelvan a calzar. Se estima que la economía alcanzará unos US$ 58 millones.
Ferguson representaba, en ese plano, una importante carga. Según consigna ESPN, citando a fuentes del club, sus ingresos bordeaban los US$ 2 millones anuales. La salida fue calificada como “conveniente y amistosa” para ambas partes.
En Inglaterra aseguran que la salida del Manchester United marcará, también, un paulatino alejamiento de Ferguson de las actividades de corte social que viene desarrollando.