Este martes, ante River Plate, Colo Colo jugará el partido más importante del año. Por varias razones. La más importante es que el choque es parte de los cuartos de final de la Copa Libertadores, una instancia a la que los albos no llegaban desde 2018. Las siguientes tienen que ver con la magnitud del rival, que incluso se reforzó con campeones del mundo, y con la histórica recaudación que Blanco y Negro reunió, a partir de un estadio en el que habrá más de 40 mil espectadores, que pagaron los valores más altos de la existencia del Cacique por asegurarse un cupo en el estadio Monumental.
En Macul preparan una fiesta. De hecho, solicitaron autorización para montar un espectáculo pirotécnico de unos diez minutos de duración. En Argentina, sin embargo, sitúan a los albos en medio de una profunda controversia que, en su interpretación, hasta puede distraer a la escuadra de Jorge Almirón.
El caso Licencias
En Olé, el diario deportivo transandino, estudiaron a fondo la contingencia alba. “A dos días de que se abra la serie de cuartos de Copa Libertadores, en el rival de River uno de los focos pasa por una importante crisis institucional. Sí, con cuestiones futbolísticas todavía por resolver por parte de Jorge Almirón, Colo Colo vive unas últimas horas difíciles con una causa que involucra al presidente de la concesionaria que gestiona al club (Aníbal Mosa) y a nueve jugadores del plantel profesional”, apuntan en relación a la investigación abierta por la obtención irregular de licencias en Nancagua..
El detalle considera un resumen de la compleja situación. “Según reportan en Chile, estos 10 protagonistas serán imputados el 12 de noviembre en el ‘Caso Licencias’, en el que se los acusa de haber sacado registros de conducir de manera irregular, salteándose el examen psicotécnico. Los futbolistas involucrados son Alan Saldivia, Maximiliano Falcón (posibles titulares el martes), Daniel Gutiérrez, Diego Plaza, Dylan Portilla, Eduardo Villanueva, Lucas Soto, Marcos Bolados y Óscar Opazo, pero esto no les impedirá salir del país para jugar la vuelta contra River, el martes de la semana que viene”, apuntan. También dan cuenta de la prisión preventiva que afecta a Aníbal Valenzuela, quien era el director del Departamento de Tránsito de Nancagua. “Está acusado de tramitar irregularmente aproximadamente 80 licencias, entre las que se encontrarían las de los jugadores de Colo Colo, a las que habría accedido a cambio de indumentaria del club”, consigna.
El medio también considera la posición del club. “Si bien este hecho no pesará directamente en la serie de Libertadores (más allá de la incomodidad psicológica para los jugadores de tener una preocupación extra), la defensa de Colo Colo es contundente sobre este hecho. ‘En ninguna de las carpetas investigativas se ha mencionado ni consta que los jugadores de Colo Colo realizaran un pago de por medio a funcionarios públicos para conseguir este documento o algo que se le parezca. Todos colaboraron con Fiscalía y entregaron al ente persecutor las licencias de conducir obtenidas’, cita, respecto de las declaraciones de Matías Kunsemuller, el abogado del club, a El Deportivo.
El lío en el club social
Hay más. La mención también abarca al convulsionado momento en el Club Social y Deportivo Colo Colo, la matriz del Cacique. “Uno de los mencionados involucrados anteriores era el #1 de Blanco y Negro S.A, pero el presidente de Colo Colo propiamente dicho, Matías Camacho, también enfrenta problemas internos: según reporta La Tercera, la Comisión Directiva dejó de apoyarlo y le pidió la renuncia por abandono de tareas y algunos actos de maltrato a hombres y mujeres del directorio y otros trabajadores del club”, resalta Olé.
También da cuenta de la reacción oficial en torno a las irregularidades. Cita, de hecho, el comunicado que emitieron directores de la entidad. “Afecta la convivencia y el ambiente laboral, lo que resulta incompatible con los valores de respeto y trabajo en equipo que deben primar en una institución como la nuestra”, sostiene el instrumento. Agrega: “Algunos directores y directoras hemos sido objeto de amenazas de muerte de números de teléfonos anónimos, si no renunciábamos nuestros cargos en el directorio del club. Estas expresiones de violencia y matonaje no tienen cabida en nuestro club. Lamentamos constatar que estas situaciones, que considerábamos erradicadas de nuestro seno, hayan resurgido en este contexto de crisis”.