Poner su nombre en unos Juegos Olímpicos era imposible para Yasmani Acosta. El todopoderoso Mijain López es rey mundial en su categoría, y era de su país: Cuba. Pero todo cambió en 2015 cuando Acosta se quedó en Santiago como inmigrante, en esa época nunca pensó que clasificaría con la bandera chilena en unos Juegos Olímpicos. el logro lo consiguió el viernes, al ganar el Panamericano clasificatorio, en Canadá.
Es uno de los primeros inmigrantes en clasificar por Chile a unos Juegos Olímpicos.
Estoy muy contento de que me hayan abierto las puertas y me hayan dado esta oportunidad, no pensé nunca estar en Chile, en otro país, compitiendo por Chile y encima en unos Juegos Olímpicos es algo que no me esperaba, me alegra mucho y me ilusiona bastante. Estoy feliz de recibir el apoyo de todos los chilenos. Y sí, soy de los primeros inmigrantes, así que más agradecido de darme la oportunidad de estar en unos Juegos Olímpicos y realizar mi sueño. Estoy muy agradecido, de verdad, muy agradecido.
¿Ir a los Juegos Olímpicos era el gran sueño de su carrera?
Sí, ya que solo he podido ver los Juegos Olímpicos y nunca he podido estar allí y formar parte de ese gran megaevento deportivo.
¿Con cuánta confianza iba? Pregunto, porque llegaba lesionado.
No tenía tanta confianza, porque el objetivo fundamental era clasificar (llegar a la final) pero sin lesionarme. Mi entrenador (el cubano Nestor Almanza Baró) es muy bueno y me corrigió muchos errores, me dijo: “Yasmani vamos a luchar de esta forma, para evitar una lesión, el objetivo es clasificar, pero te lesionaste”. Hicimos las cosas como las planificamos y ahí salió todo bien. Pero no tenía tanta confianza, pero luché cuidándome mucho.
¿Cómo fue todo?
Ya llevaba un tiempo lesionado, por lo que no pude hacer la preparación en sí, en un 100%. Mi entrenador me advirtió que me iba a cansar y me iba a sentir diferente, no estaba bien parado. Y, nada, hicimos una estrategia de lucha más tranquila y de cuidarme mucho y por eso fue que el primer combate con el subcampeón del mundo (el estadounidense Adam Jacob Coon) lo gané 3-2. Ese combate lo ganó mi entrenador, prácticamente. Él me dijo todo lo que iba a pasar antes de subirme al colchón, así que estoy muy agradecido de haber tenido al entrenador a mi lado y más en un momento difícil como el que está pasando.
¿Qué pasó?
Cuando él llegó a Canadá tuvimos que darle la noticia de que su mamá había fallecido y aún así tomó la decisión de quedarse trabajando. Creo que como persona y entrenador es insuperable, estoy orgulloso de tener una persona tan especial al lado mío.
¿Cómo fue todo en Ottawa, con esto del coronavirus?
Se hizo el torneo a puertas cerradas, sólo se permitió el ingreso a público de la libre o de la grecorromana, respectivamente, para evitar la masividad y se pudiera efectuar el torneo, porque corría riesgo de que se cancelara. Se hizo con mucho rigor y mucho cuidado.
¿Qué se supo en Ottawa sobre la posibilidad de suspender los Juegos Olímpicos?
Los dirigentes de la Federación Internacional de Lucha habían comentado que el clasificatorio de Europa se aplazó y hay muchos problemas allá, donde es más alta la probabilidad de contagio del virus, entonces están todos asustados y tomando precauciones. Creo que se van a aplazar muchos torneos y estamos todos a la espera. Igual tienen que hacerse porque tienen que clasificar a los Juegos. No sé cómo lo van a hacer.
En este escenario, ¿cómo se va a preparar para Tokio? ¿Se complican las planificaciones?
No lo sé aún, pero primero que todo, sé que el coronavirus está pegando mucho a nivel mundial, pero, nada, espero llegar a Chile (este miércoles), ocuparme de la recuperación y ya después vamos a ver a qué país nos vamos a preparar. Hay que salir a prepararse y hay que salir a buscar la medalla de los Juegos Olímpicos. Dónde, es algo que el entrenador y la Federación Chilena van a tener que decidir.
“A buscar la medalla”, me dice. ¿Es una opción real?
Sí, sí. Es una opción real, ya que estoy entre los mejores del mundo. Cualquier deportista con resultados a nivel mundial en un deporte olímpico tiene opción, ya que el nivel es el mismo.
El entrenador no quería dejarlo disputar la final.
Así es, de hecho, por el tema de la lesión no quería dejarme disputar la final, pero yo quería, le decía “profe, yo quiero llegar a Chile con la medalla de oro y clasificado”. Él me decía que lo más importante ya se había logrado, que era clasificar. Media hora antes de la final se me acerca y me dice que conversemos, me preguntó como me sentía y me dijo “vamos a pelear la medalla de oro”. Parece que me vio un poco triste. Yo estaba contento, pero no del todo, porque quería igual el oro, llegar a Chile con la medalla de oro. Me dijo que íbamos a mantener la postura, porque la idea es llegar a Chile sano y no hacer kinesiología, que es tiempo de entrenamiento que se pierde, así que vamos a la final y cuidarse bastante. Me dio la oportunidad.
¿Es cierto que hace un tiempo que ha estado pensando en el retiro?
No, no lo he pensado. La lucha no tiene una edad de retiro, mientras el cuerpo rinda, uno puede luchar el tiempo que quiera. Lo que sí me gustaría es, cuando esté al límite de mi carrera deportiva, cuando pierda con personas a quienes realmente les puedo ganar, quiero encontrar el momento preciso para retirarme. Los pesos completos, como yo, duran un poco más. Es el caso de Mijain López, tres veces campeón olímpico y cuatro campeón del mundo y tiene 38 años, se conserva un poco más. Los pesos menores se retiran un poco antes, pero si no hay lesión y te sientes bien puedes durar un poco más en la lucha.